Relatos semanales desde Estocolmo
Suecia supone con sus 9 millones de habitantes un mercado casi irrelevante en la macroeconomía mundial, por eso los suecos han tenido que ir más allá de sus fronteras nacionales y dedicarse a negocios de exportación. Eso explica la ingeniosidad a la que se vieron obligados.
Lo que en un principo fue un pueblo agrario, acabó convirtiéndose en el siglo XX en una nación líder en la económica mundial y hoy en día se manteniene en esa cúspide. Algunas grandes marcas suecas son Volvo, Saab, IKEA, Absolut Vodka, Ericsson, Astra Zeneca, H&M, Electrolux, ABB, SKF o Scania. Los sectores suecos más desarrollados son la tecnología, la biomedicina, el diseño, la moda, el medio ambiente, la telecomunicación y la industria del papel.
Personalmente admiro el concepto y el éxito universal de IKEA y H&M, dos multinacionales suecas que respectivamente se dedican a la venta de muebles y de ropa. Partiendo de la brillante idea de ofrecer diseño moderno a precios asequibles a amplios segmentos de la población y sobre todo al ciudadano medio, han conseguido amasar fortuna y fama universal.
De hecho, cuando me preguntan cómo viven y visten los suecos, suelo responder que los interiores suecos son como una página cualquiera de un catálogo de IKEA y que la gente lleva prendas que puedes encontrarte en un escaparate de una tienda de H&M. Y para rematar contesto que además hay un 50% de posibilidades de que esas personas conduzcan un coche de la casa Volvo o Saab. Por supuesto que es una generalización, aunque tampoco me desvio demasiado de la realidad.
Analizando el marketing y no el concepto de negocio, mi empresa sueca favorita es Absolut Vodka, y no porque sea una compañía que venda bebidas alcohólicas, sino porque sus campañas de publicidad son muy fuertes y sus anuncios inteligentes.
Otra gran marca, que no es empresa sino institución, es el Premio Nobel. Alfred Nobel inventó y creó la fundación que lleva su mismo nombre. El Premio Nobel es una condecoración anual que se otorga a personas que han hecho aportaciones a favor de la humanidad en los campos de Física, Química, Medicina, Literatura y Paz. Todos son concedidos por el rey en Estocolmo, menos el de la Paz, que se entrega en Oslo, la capital noruega. Y por mucho que quisiera lo contrario, el Premio Nobel supera a nuestro querido Premio Príncipe de Asturias, ya que se trata del galardón más prestigioso del mundo…