Las hojas de plástico, perejil, lechuga o col de losestantes pueden contaminar el producto
Debido a las altas temperaturas registradas durante los meses de verano y las primeras semanas del periodo otoñal, los alimentos perecederos y, en concreto, el pescado necesita muy bajas temperaturas para conservarse en estado óptimo. Por ello y para evitar los posibles riesgos de padecer una intoxicación, la Unión de Consumidores de Dos Hermanas ha elaborado y distribuido una serie de consejos a la hora de tener en cuenta en la compra del pescado.
En el punto de venta, el pescado debe estar expuesto sobre superficies inclinadas cubiertas de hielo, renovando este con frecuencia, evitando, según la UCA-UCE, “las hojas de plástico, lechuga, perejil o col,ya que pueden contener impurezas que contaminen el producto y lo deteriorenrápidamente”.
A la hora de escoger una pieza, se recomienda mirar los ojos, que deben ser “esféricos de córnea limpia y no estar hundidos”. Las agallas deben ser “suaves y resbaladizas al tacto y presentar colores vivos”. La piel del pescado tiene que ser “limpia, brillante, resbaladiza y desprenderse de la carne con dificultad”. Las escamas, por su parte, “deben ser abundantes y otorgarle a la piel un aspecto vivo y brillante”.
El olor del pescado también es clave, oliendo la pieza fresca a humedad, a agua de rio o mar.
La carne, por último, tiene que presentar un aspecto firme, consistente y elástica al tacto del consumidor.