Concluido el mes de agosto, cuando parte de nuestro pueblo regresa de unas merecidas vacaciones, y otra parte superamos, por diversas circunstancias, otro mes de trabajo, llegamos a septiembre con el ánimo renovado y la mirada fija en un nuevo año. Siempre he creído que este mes que comienza da la oportunidad de iniciar una etapa nueva, un cambio más drástico que el que puede suponer la noche del 31 de diciembre.
Así, Dos Hermanas recibe un nuevo año en el que muchos ciudadanos planteamos proyectos, nos seguimos esforzando para que se lleven a cabo los ya iniciados, incluso consolidamos los que se labraron años atrás. Aprovechando esta atmósfera generalizada de iniciativas y propósitos renovados, escribo esta carta abierta a todos mis vecinos, a todos los nazarenos, en especial a los jóvenes.
Mayo de 2007, próxima fecha en la que todos los municipios de España harán uso de las urnas para elegir la representación política, a mi parecer, más importante, la que debe estar más implicada con los problemas cotidianos y, por ello, debe ser también la más cercana; la administración local. Aquella en la que cuenta más la persona que la sigla, mucho más la gestión diaria que los grandes eslóganes. Es, sin duda, la que más se acerca a la verdadera Democracia, que, aunque algunos lo olviden, sigue residiendo en el Pueblo Soberano. Fruto de esta situación, expreso al paciente lector en varias pinceladas los pensamientos que me afloran.
La ciudad de Dos Hermanas lleva “gobernada” por el PSOE más de 20 años,… ¡más de 20 años!, contando con la tranquilidad de un voto progresivamente ascendente, y perpetuando en el poder a personas que han hecho del dinero público su “modus vivendi”, manteniendo un nivel de vida que mucho dista del, tan usado ya, latiguillo de “gente de izquierdas”. El gestor de nuestros bienes compartidos, el garante de nuestro bienestar local, vive a cuerpo de Rey y todavía tiene la osadía de sentenciar públicamente cosas como “aquellos que tenemos el corazón a la izquierda”, pudiendo completarse con “y el chalet al fondo a la derecha”. Todo este grupo, que alguien podría definir como parásitos, sigue marcando las directrices de nuestro Pueblo, dejándonos sin zonas verdes, inundándonos de grúas, haciéndonos sufrir cada vez más la falta de seguridad, teniendo miles de opositores a la administración local ilusionados para nada, perdiendo dinero en obras faraónicas que todavía no tienen una utilidad acorde con lo invertido en ellas, arreglando y desarreglando continuamente las calles (que chollo tiene el que venda los adoquines y las losas),… entre otros muchos asuntos a los que se les puede sacar punta. Esto lleva a la conclusión de que las ideas que albergan nuestros dirigentes se resumen en dos claras figuras; el ladrillo y la despensa personal.
Un alcalde, un concejal, es un servidor del Pueblo, que escucha las inquietudes del Pueblo (también éstas) y que, a raíz de ello, actúa en consecuencia. Ante todo, les debe mover el interés general, y no debe parar de ofrecer ideas nuevas y útiles. Si con el paso del tiempo la seguridad en el cargo se consolida, todo esto, unido a una capacidad limitada, está abocado a la apatía, a la dejadez, a la falta de proyectos, a no dejar paso a nuevas generaciones. A mi entender, puede desembocar en el puro y llano caciquismo.
He aquí el punto al que quería llegar, está en todos los nazarenos, especialmente en los jóvenes, el cambio de Régimen, la vuelta a la tortilla, no solo mediante el intercambio de ideas que tengamos en nuestros círculos más cercanos, sino también trasladando estos argumentos al ejercicio activo, dando un “zarpazo” democrático directo, a través de nuestro voto, al poder establecido. Es un reto complicado, pero a la vez purificador, darse cuenta que el PSOE de Dos Hermanas no es otra cosa que inmovilismo, parcialidad cada vez más acentuada y elitismo. Sabiendo de las dificultades, debemos recordarnos una verdad irrefutable; nada es eterno. ¿Quién pensaba en los años 40, 50… del siglo pasado que íbamos a regirnos por gobiernos democráticos?, aunque en algunos casos hayamos degenerado en ésto. ¿Quién pensaba ser persona más allá de lo establecido por el Dictador? Todo se vino abajo como un castillo de naipes, con el esfuerzo y las ansias de libertad de todo un Pueblo. ¿Por qué no?
Lo que desde luego tengo claro es que, dentro del marco posible, solo se antoja como alternativa el único grupo político con un electorado en potencia capaz de superar este lastre que lleva en el poder casi un cuarto de siglo; el Partido Popular. Con todos los respetos a los demás grupos de la oposición, creo que éstos no dudarían en arropar al PSOE en caso de verse en apuros su mayoría, siendo en el fondo estos votos encauzados al mismo poder obsoleto de siempre. Es, a mi entender, la primera meta a alcanzar, quitarle la mayoría absoluta a los “socialistas”, y seguir insistiendo en que otra Dos Hermanas es posible. ¿Hay tras estos adoquines arena de playa? En Mayo lo veremos.
