ALATRISTE
Era muy esperada, y por fin ha llegado a las pantallas. Se trata de la producción más cara de la historia del cine español, Alatriste, basado en las diversas novelas que sobre el personaje ha escrito el popular Arturo Pérez-Reverte. Veinticuatro (24) millones de euros, un reparto de lujo (que incluye breves apariciones de Pilar Bardem, Cristina Marcos y Pilar López de Ayala (además del largo listado antes mencionado) con lo mejorcito del cine español (cierto que faltan nombres, pero no había personajes para todos…), y un derroche de efectos, al servicio de una buena historia que nos muestra la España del siglo XVII.
España, 2006.
Escrita y dirigida por: Agustín Diaz Yanes, basado en las novelas de Arturo Pérez-Reverte.
Producción: Antonio Cardenal y Álvaro de Augustín.
Fotografía: Paco Femenía.
Música: Roque Baños.
Montaje: José Salcedo.
Duración: 147 minutos.
Intérpretes: Viggo Mortensen (Alatriste), Elena Anaya (Angélica), Ariadna Gil (María de Castro), Unax Ugalde (Íñigo de Balboa), Javier Cámara (Conde Duque de Olivares), Eduard Fernéndez (Copons), Eduardo Noriega (Duque de Guadalmedina), Enrico Lo Verso (Malatesta), Blanca Portillo (Bocanegra), Antonio Dechent (Garrote)Juan Echanove (Francisco de Quevedo), Francesc Garrido (Martín Saldaña), Nadia de Santiago (Angélica. joven), Nacho Pérez (Íñigo, joven), Luis Zahera (Pereira), Alex O’Dogherty (Balboa).Aunque muchos hayan puesto el grito en el cielo por el hecho de unir todos los libros sobre el personaje en una sola película, es mucho mejor así, más contundente, y a pesar de que el principio del filme se haga largo, y un poco aburrido, poco a poco sube en interés e intensidad, para acabar con una fuerza poco habitual en las películas de este género, y muy lejos (afortunadamente) de lo que habría sido de haberse realizado en tierras y con dinero hollywoodiense.
En el Imperio Español siglo XVII, Alatriste es un soldado al servicio de su majestad que combate en Flandes. En una emboscada, su amigo Balboa cae herido de muerte. Sus últimas palabras son para pedirle a Alatriste que cuide de su hijo pequeño y le aleje del oficio de soldado. A su regreso a España se encuentra con un imperio en decadencia, ante la total pasividad del rey, cuya corte maneja a su antojo el Conde Duque de Olivares junto a la Santa Inquisición. Alatriste, que sobrevive vendiendo sus servicios como mercenario se verá envuelto en una de estas intrigas político-religiosas, pero en el momento culmén sospecha que hay algo raro y se niega a cometer el crimen para el que le han contratado. Entonces todos se confabularán para hacer pagar a Alatriste su afrenta, Iglesia, los Grandes de España, y hasta una niña de catorce años, Angélica, tramará un plan para acabar con él, a fuego lento. Pero Alatriste no estará solo, sus fieles compañeros, Íñigo, casi un hijo para él, y la actriz María de Castro, estarán a su lado, apoyándole en todo momento.
La cinta está escrita y dirigida de forma magistral, y los intérpretes despliegan sus cualidades interpretativas en pantalla. Desde el protagonista (un Viggo Mortensen al que se le nota cierto esfuerzo en que no se le note su acento argentino) hasta los secundarios (unos irreconocibles Juan Echanove y Blanca Portillo), y los siempre magníficos Eduard Fernández, Antonio Dechent y Elena Anaya, una de las actrices jóvenes (junto a María Valverde) más bellas y con más talento de nuestro país (¡cuánto tienen que aprender de ella otras más populares, como Pe o Elsa Pataky!).
Gran cine, una gran historia de un país en decadencia, con todo lo que ello supone, cortapisas a la cultura (ejemplificada aquí por Francisco de Quevedo) incluidas.
