Si el cuento dice que Alicia vivía muy felizmente en el País de las Maravillas y Heidi brincaba por las montañas, la sueca Pippi se lo pasaba estupendamente en el País de los Vikingos. Y es que esta niña revoltosa con sus trenzas levantadas, sus pecas y sus medias de colores no es sólo el personaje infantil literario más conocido del país, sino que también es símbolo de lo bien organizada que está la sociedad aquí para los niños. Pippi es una pequeña aventurera creada por la escritora sueca Astrid Lindgren que se hizo muy famosa en los años 70 por medio de series, películas y libros. Lindgren es la escritora sueca con más fama internacional debido a la creación de este personaje. Pippi vivía sola en una gran mansión, pero siempre estaba acompañada de sus mascotas, un caballo con lunares y un mono tití. Compartía sus aventuras con sus dos inseparables amigos. Era huérfana de madre y su padre era el rey de los congoleses. Era la niña más fuerte del mundo: podía levantar a su caballo con una sola mano o hacer la limpieza con gran velocidad. Entre otras cosas calzaba zapatos demasiado grandes, bebía directamente de la jarra en una fiesta o andaba hacia atrás. En sus relatos aparecen policías, piratas y ladrones.
En el centro de Estocolmo hay un parque temático dedicado a Pippi y a otros personajes infantiles, que se llama Junibacken. No lo he visto por dentro, pero sí he pasado cerca, ya que está localizado en una de las islas más bonitas de la ciudad y los fines de semana (sobre todo ahora que el tiempo es bueno) está alborotado. Además, cuando pasé vi a varias niñas maquilladas con pecas y con una peluca al estilo de Pippi. Es el sitio que todos los niños quieren visitar y compartir así una tarde de aventuras en la casa de esta sueca.
Lo que personalmente más me gusta de la traviesa Pippi es su carácter rebelde, además es muy imaginativa, desinhibida y descarada, pero también muy bondadosa y sincera. Según Lars Forsted, especialista en literatura infantil, “Pippi responde a la necesidad fundamental que tienen los niños de apropiarse del mundo".
Por muy bien que niños y adultos se lo pasen, yo por el momento, debido a la falta de tiempo, ni Junibacken, ni Isla Mágica. ¡Hasta la semana que viene y que se divertan!