Bañada por el tinte de la ausencia,
teñida por el tufo al incensario,
ansiosa a hacer su apuesta al calendario,
la glosa vuelve presta a su querencia
de culto a la verdad entre estridencia,
humor, noticia, pulso, anecdotario
y amor siempre regando al poemario
que a tantos llena tanto de impaciencia…
Y envuelta por la calma del retiro,
de vuelta, de otra suelta y de regreso,
quisiera enmudecerla y no podría:
resulta que en sus poros yo respiro
y abrigo libertad en cada beso
que al peso vendo en verso y poesía…