Tras su paso por el programa ‘Tú sí que vales’ se afianza su pasión por el baile
Cuando una persona afirma con tanta rotundidad que nació bailando es de suponer que su pasión es el baile y que vale para ello, aunque el polifacético jurado del programa Tú sí que vales (Javier Sardá, Noemí Galera y Ángel Llacer), una de las últimas apuestas de Tele 5, consideró que Jesús Lobo Martín, nazareno de 15 años, no debía estar en la gran final.
Jesús, vecino de la barriada de Cantely, es un autodidacta del baile, al que se dedica en cuerpo y alma desde que era un niño. En sus escasos 15 años de vida sólo ha recibido varios meses de formación en dos academias de bailarines profesionales, Sevilla Dance Center y Gavana Center.
Con apenas seis años Jesús decidió formar un grupo de baile con sus amigos, Eclipse, participando en todos los concursos que se organizaban a través del movimiento vecinal. Después llegarían las Olimpiadas Culturales, en las que ha sido dos veces oro en la modalidad de baile moderno, y el concurso Muévete con el que ganó una beca de formación en la academia Sevilla Dance Center. Aunque uno de los momentos más emotivos de su corta carrera como bailarín fue cuando con tan sólo nueve años montó una coreografía para los niños de Anidi con motivo de una gala celebrada en el auditorio municipal.
Lobo, haciendo honor a su apellido, no se amilana con nada, ni con los concursos de televisión. Tras quedar finalista en el año 2004 en el programa Veo Veo de Teresa Rabal y al no poderse presentar al programa revelación de Cuatro, Fama, por no tener aún 18 años, Jesús ha probado suerte con otro programa, Tú sí que vales, de Tele 5.
Su presentación a la prueba de selección fue, según el bailarín, “improvisada, ya que me avisó un amigo del casting en Sevilla y me planté allí sin preparalo”. Ante el jurado bailó una improvisación de hip hop y realizó contorsionismos con los brazos. Gustar debió de gustar porque Jesús pasó la prueba y llegó hasta la final del concurso que se emitió por televisión, no pudiendo estar entre los 15 finalistas.
Pero Jesús no se echa para atrás y está decidido, aunque reconoce que es un mundo difícil y que requiere una formación bastante cara. Piensa seguir bailando en lo que sea, siempre y cuando esté relacionado con la danza. Claro está, añade, “que no es lo mismo bailar de gogó que hacerlo en el Teatro Real”. Para lograr este sueño, Jesús quiere entrar, una vez termine la ESO, en la Escuela de Danza de Sevilla para lograr la diplomatura que le permita viajar a Madrid y Barcelona para conseguir la licenciatura. Apoyo no le falta y sobre todo cuenta con el de sus padres, Loli Martín y Francisco Lobo, que lo acompañan a todas partes, sufriendo en ocasiones, comenta su madre, “colas de hasta nueve hora para hacer un casting”. Ambos no tienen problema en ayudarlo en su formación, siempre y cuando, apunta Loli, “termine 4º de ESO”.
Mientras llega ese momento, Jesús Lobo sigue su formación autodidacta, con vídeos de sus artistas favoritos, como Justin Timberlake. Asegura bailar de todo, pero sus estilos favoritos giran en torno al hip hop, el jazz y hasta el ballet clásico. Además, Jesús da clases de funky los martes y los jueves por la tarde en la barriada de Cantely.