Desde la Asociación Nazarena por un Futuro de Igualdad, ANFI, asociación como muchos saben, dedicada a trabajar con niños con distintas capacidades, manifestamos nuestra repulsa ante los hechos ocurridos en el CEIP Cervantes de nuestra ciudad, por el trato de cuatro maestras de Educación Especial, hacia una pequeña con autismo.
Esperamos que se investiguen hasta el último detalle los hechos, dado que hay pruebas suficientes gracias al empeño de su familia, y después de esa investigación si se prueban los hechos, se tomen medidas contundentes para evitar que esta situación vuelva a ocurrir.
La solución pasa por que esas maestras dejen de estar en los puestos que ocupan y dejen ese trabajo que tan “especialmente” deberían de haber realizado. Puestos que deben ser ocupados por maestros que hagan su trabajo con el afán y la dedicación que nuestros niños y niñas se merecen.
Nuestro colectivo necesita de maestros y maestras que además de estar debidamente cualificados, lleven en su ADN auténtica vocación de servicio a los niños especiales, por encima de ser ésta una mera salida laboral para cobrar una nómina.
No sería justo extrapolar episodios como éste a todos los profesionales, que en la mayoría de los casos, merecen nuestro agradecimiento por la forman que trabajan con nuestros niños, pero lucharemos siempre porque exista una atención de calidad en todos los centros escolares de nuestra ciudad.