Ya trabaja en su primer gran proyecto local: la restauración del paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo
El joven dorador nazareno Curro Moreno Alonso se halla inmerso en el que será su primer gran trabajo profesional en la Dos Hermanas cofrade: el repaso y restauración del paso del Cautivo. Un trabajo consistente, según Moreno Alonso, “en la limpieza de la cera, la eliminación de la grasa, el arreglo de las grietas y en la reposición o equilibrio del nivel del dorado por las pérdidas ocasionadas”. Asimismo, Curro está dorando un juego de 12 hojas de acanto, talladas por el joven imaginero nazareno Antonio Luis Troya Román, para tapar las juntas del canasto.
A sus 21 años de edad, Curro es uno de los primeros doradores nazarenos asentados en el término municipal de Dos Hermanas. Sus malas notas mientras cursaba 4º de ESO, así como sus tendencias artísticas, lo llevaron a inscribirse con la orientación del profesorado en la Escuela de Arte de Sevilla, donde se ha formado durante dos años en un módulo de dorado y policromía. Sus amigos y contactos en el mundillo lo llevaron a completar su formación trabajando en el taller del sevillano Emilio López Olmedo, así como a trabajar con otros imagineros de la talla del trianero Javier Albenca Hidalgo o Salvador Madroñal.
Su primer gran reto profesional lo tuvo en el año 2005 cuando fue llamado para trabajar en el dorado del trono del Nazareno de Alhaurín de la Torre. También ha colaborado en la restauración de dos candelabros de la Hermandad de las Siete Palabras de Sevilla o la restauración de las imágenes secundarias del altar de Santa Ana.
Desde abril de 2007 Curro Moreno camina por su cuenta en su taller de la barriada El Amparo, donde está realizando el trabajo para la hermandad de Cautivo, así como el dorado de imágenes para luego poder estofarlas y policromarlas. Mientras, se va abriendo un hueco en un mundo complicado y con mucha competencia en el que, según Moreno Alonso, “somos muchos, pero siempre trabajan los mismos por ser los más conocidos, de tal forma que hay talleres muy colapsados y otros que no tienen casi nada”. Por este motivo y para darse a conocer, entendiendo que Sevilla es la cuna de este sector, Curro está trabajando a media jornada en el taller sevillano de Enrique Castellano Luque con el que, apunta Moreno Alonso, “he colaborado en la restauración del paso de la Soledad de San Lorenzo, y estamos trabajando en el dorado del nuevo paso de la Hermandad de las Aguas”.
Darse a conocer
Para hacerse notar entre las hermandades nazarenas, una vez finalizada su etapa formativa, Curro repartió entre todas las cofradías su tarjeta de presentación. Cautivo ha sido la primera en contactar con él pero ya hay alguna más interesada en su trabajo aunque, claro está, aún no ha querido desvelar nada. Eso sí, y no lo oculta, uno de sus sueños, por su especial vinculación con la corporación del Lunes Santo, sería dorar el paso de misterio de la Presentación al Pueblo, para lo que se ha puesto a disposición de la nueva junta directiva. Los interesados en contactar con este joven talento nazareno del dorado pueden hacerlo o bien por las tardes directamente en su taller de la calle Estepa s/n o llamando al teléfono 650 078 594.
Un trabajo caro y laborioso
El joven dorador nazareno Francisco Moreno Alonso reconoce que el trabajo del dorador se mueve entre presupuestos elevados pero, a su vez, compensado por la labor que desempeñan, sobre todo en lo que a restauración se refiere. En este caso se limpia, raspando las partes negativas de la superficie que se debe dorar y volviéndolas a tapar. Asimismo, se va dorando la superficie con láminas de oro de 23 kilates y tres cuartos. En su caso, Curro asegura que suele cobrar lo que vale cada trabajo equitativamente, pero que hay talleres, de más renombre, que cobran un caché más elevado.
