En el marco del proyecto Un colegio que enamora, presentado por el actual equipo directivo que encabeza su director Miguel Martín, el Colegio La Motilla abre su biblioteca escolar por la tarde.
Una iniciativa que arrancó a finales del pasado mes de enero y que ha convertido la biblioteca en un punto de encuentro para alumnado, profesorado y familias. Así es cada lunes, cuando, de 17:00 a 19:00 horas, se convierte en Biblioestudio, un lugar al que los niños y niñas acuden para estudiar, bajo la tutela de una persona responsable.
Este proyecto, que se basa en las conocidas como Comunidades de Aprendizaje, incorpora, además, una actividad diferente cada lunes y que va rotando. El primer lunes del mes, nos comenta Macarena López, coordinadora de la biblioteca, se programan cuentacuentos. El segundo, un taller de manualidades y el tercer lunes una Tertuclub para comentar textos de los que se trabajan en clase. Cerrando el cuarto lunes con Los niños cuentan, presentando actividades realizadas en clase.
Un espacio para la barriada
Esta actividad se enmarca dentro de un plan más ambicioso, comenta Miguel Martín, “en el que un colegio público complementa su oferta como biblioteca o centro cívico en una zona alejada del centro urbano”. La idea es que las actividades se vayan ampliando por la tarde los próximos cursos, involucrando a la familia, como elemento dinamizador.