"Después de tocar con artistas de la talla de los grandes como Camarón, BB King o Björk me puedo morir tranquilo”
Hablar de Raimundo Amador es hacerlo del flamenco de más raíces, del de la calle, así como de su vertiente más moderna y fusionada con otras tendencias que lo han fascinado en su formación como artista, como son el blues, el jazz o el rock. Ha sido integrante en la década de los 70 de los grupos más significativos del flamenco fusión, como Veneno o Pata Negra. Raimundo cuenta en su haber con cinco discos y una extensa carrera en la que ha colaborado con los mejores artistas nacionales o internacionales, como BB King, Camarón o Santana. Tras tres años en silencio sin nuevo disco, amenaza con uno nuevo. Mientras tanto se recorre España, con su gira Blueslería, que el viernes recala en la caseta municipal de Dos Hermanas.
Raimundo, ¿qué es la ‘Blueslería’?
Es algo que yo ya tocaba cuando estaba en el grupo Veneno y que se resume muy bien en el tema ‘El Blues de la frontera’, es decir, una bulería con acordes de blues.
Y le ha querido dar ese nombre a su gira. ¿Quizás porque es una vuelta a sus raíces?
Sí. Llevo ya año y medio de gira tocando temas de mis discos en solitario, lo más emblemático, porque, si no, sería interminable. Además, hago algunas versiones, tanto de mi etapa en Pata Negra como de otros artistas.
Cuando un artista hace una gira recopilatoria de una carrera, ¿es porque tiene ya mucho que contar o por el hecho de no tener un disco en el mercado?
Ahora mismo no tengo disco, porque no he querido grabar, pero tengo más de 200 ideas de estos tres años en los que no he grabado nada. Composiciones que, algunas, serán temas de mi próximo disco, porque tienen un soniquete bonito. Yo nunca paro de crear y siempre estoy tocando la guitarra.
¿Y para cuándo un nuevo trabajo con el sello Amador?
Estoy mentalizado de que le debo ya un disco a mi público, para que se le quite la calentura de la mierda que rodea actualmente al mundo de la música. Han pasado tantos años desde mi último álbum porque la música no está pasando por un buen momento y no he tenido prisa por grabar, ya que no voy a participar en el tipo de música que se lleva actualmente.
Cuando ese trabajo vea la luz, ¿seguirá la misma línea de sus predecesores o está innovando en algunos campos?
Seguirá la misma línea, la del sello Amador, Veneno o Pata Negra, aunque luego no tenga nada que ver con los anteriores, ya que no tengo en mi carrera dos discos iguales. Siempre estoy investigando y sacando temas diferentes, pero no perderé nunca mis raíces.
Hablando de raíces, si se tomara unas cañas con algunos puristas entendidos del flamenco, ¿qué les diría?
Los puristas, es verdad, que en algunos momentos de mi carrera no me han apoyado, pero ha habido otros en los que al ser un miembro más de la familia Montoya, me admiraban. Lo mismo que le pasó a Miles David, un clásico del jazz, que cuando comenzó a hacer cosas diferentes, decían que ya no hacía jazz, pero era muy bueno.
¿Qué ha cambiado en Raimundo Amador desde aquella época inicial del ‘Sargento Platillo’?
… Ha cambiado que ahora tengo más dinero, estoy más gordito, mucho más, y que estoy más viejo, más puretilla. Pero yo no me creo nada y si tuviera que irme de nuevo a la calle a cantar con el platillo para darle de comer a mis hijos, lo haría. Me considero una persona valiente.
Si pudiera hacer con su guitarra ‘Gerundina’, cual varita mágica, que cambiara algo de la industria musical, ¿qué haría?
Es que la varita mágica no vale para nada, ya que somos nosotros, el público, el que no se debe engañar con la mala música como pasa con la tele basura, que se sabe que es mala, pero se consume. Yo me mosqueé con mi casa de disco porque quería que fuese a una serie de programas que no van conmigo. A mí me gustan programas tipo ‘Las 1001 Noches’, donde se puede tocar música en directo y no tantos programas de revistas de corazón.
Supongo que son palabras mayores si le hablo de BB King o Camarón.
BB King me ha dado la nota que tengo actualmente, lo mismo que Camarón antes ya me dio la gloria. Nosotros, Pata Negra, introdujimos a Camarón en el rollo hippie con su disco La Leyenda del Tiempo, metiéndose en el bolsillo a un público más intelectual. Esa colaboración a mí me vino muy bien, lo mismo que colaborar con BB, lo que me permitió tocar con otros artistas como Santana o Björk. Ya me puedo morir tranquilo.
Si mirásemos por una mirilla cómo compone Raimundo Amador, ¿qué veríamos?
Me veríais en mi casa dándole que te pego a la guitarra y al bajo. Yo me hago mis maquetas, con la ayuda de mi hijo, que se encarga de la percusión, la batería y los arreglos por ordenador… Eso sí, siempre con muchas ganas.
Sé que actuar en Sevilla le resulta siempre un gustazo, pero ¿te une algún vínculo especial con Dos Hermanas?
Yo tengo una casa en la zona de Isla Menor, en Fuente del Rey, y me gusta estar mucho por la zona de Bellavista. Lo que pasa es que ahora paro más por el Aljarafe, pero Dos Hermanas, la verdad es que me mola.
