Hermana mayor de Santa Ana
Con 90 votos a favor, de los 91 emitidos, uno de ellos en blanco, Eva María Ramírez Ordóñez es desde el domingo la nueva hermana mayor de Santa Ana. Un nuevo paso tras hacerse cargo del archivo y el Aula Cultural con la junta de Antonio Gavala y su cargo de secretaria con la de Agustín García.
¿Qué le ha impulsado a dar el paso y presentarse a hermana mayor de Santa Ana?
La razón principal ha sido el deseo de dar continuidad a la labor que las anteriores juntas de gobierno han venido desarrollando. No cabe duda de que la Hermandad de Santa Ana ha experimentado en los últimos años un desarrollo palpable y evidente y nuestro deseo era que esa tendencia se mantuviera.
¿Qué siente cuando asume que está al frente de la hermandad de la Patrona de la ciudad?
Pues en primer lugar un inmenso orgullo puesto que, a pesar de ser una hermandad tan antigua, pocos nazarenos han tenido este privilegio. Lo recibo como un regalo pero también como una enorme responsabilidad. En mis manos se ha puesto el timón de una institución que va a cumplir nada menos que 500 años y se me ha encomendado la misión de velar por ella y hacerla crecer en la medida de mis posibilidades. No podemos pasar por alto el hecho de que, además, estamos hablando de la Patrona de todos los nazarenos, es decir, de una devoción que aglutina a todos los hijos de este pueblo.
Siempre viví con naturalidad mi condición de mujer en un entorno muy masculino como el de las hermandades
¿Mayor responsabilidad por ser su primera hermana mayor?
He sido la primera hermana mayor de Santa Ana porque el mundo cofrade ha ido adquiriendo, poco a poco, la madurez necesaria para asumir esta circunstancia como normal y, en este caso, me ha tocado a mí. En los muchos años que llevo vinculada a las hermandades siempre he vivido con naturalidad mi condición de mujer en un entorno mayoritariamente masculino y ahora asumo también con naturalidad este nuevo reto, difícil pero apasionante, tanto si eres mujer como hombre.
¿Cuáles son sus proyectos más inminentes?
Hay varias líneas de actuación que ya tengo en mente: revitalizar la formación que entiendo como imprescindible en estos momentos; volver la mirada hacia nuestros jóvenes, que son el futuro sin olvidar a nuestros mayores, que son la esencia de nuestra hermandad; reforzar la caridad, pilar indiscutible de cualquier institución eclesial; y, sobre todo, no podemos pasar por alto que nos toca ir planificando el V Centenario, cuyos actos ya hemos ido iniciando pero que culminarán en 2023, por lo que le toca a esta junta organizar todo lo que ha de venir en relación a esta importantísima efeméride para Santa Ana y para Dos Hermanas.
¿Cómo es la junta que le acompaña?
Yo creo que hemos conseguido conformar un magnífico equipo, donde se conjuga la veteranía y la juventud, la fuerza y la serenidad que dan los años de experiencia. Hay un alto porcentaje de oficiales que proceden de las anteriores juntas y también rostros nuevos. Pero, tanto a unos como a otros, lo que les define es la ilusión y las ganas de trabajar para engrandecer nuestra hermandad. A pesar de que algunos ya llevan muchos años en el seno de nuestra corporación, la ilusión que muestran parece como recién estrenada.