Aprovechando estos días en los que hace setenta años se proclamara la II República, desde Juventudes Socialistas de Dos Hermanas hemos escrito estas líneas para recordar ciertos abusos cometidos en épocas de confrontación bélica, concretamente algunos acaecidos durante la Guerra Civil española. Desafortunadamente estos hechos ya sean en su forma o en su intención se han repetido a lo largo de la Historia. Sin embargo, la novedad de nuestros tiempos reside en la voluntad de rehabilitar el pasado.“El canal de los presos”, es uno de esos ejemplos que indican dichas circunstancias. Fueron más de veinte kilómetros cavados a “pico y pala” por hombres a los que se les negó la libertad por el simple hecho de pensar distinto al prójimo. Estas personas, fueron esclavizadas para subsanar la falta de mano de obra producida por la Guerra, así como para ajustar cuentas con los trabajadores, adscritos a las ideas democráticas de una libertad anterior que existió bajo la República.Estos campos de concentración fueron rigurosamente militarizados y puestos a disposición de las entidades públicas y privadas que lo necesitasen con los beneficios que ello conllevaba.
Os queremos recordar que el próximo año serán las elecciones municipales en toda España y esto, a algunos ciudadanos les causa indiferencia, optando por disfrutar del día, olvidándose de las urnas y así del pasado. Los “esclavos del Canal” no pudieron disfrutar ni tan sólo de la compañía de sus hijos, debido a otras personas que destruyeron las bases democráticas que ellos amaban. Hoy gozamos de la Democracia y el Estado nos garantiza libertades que estas personas echaron en falta.
Como decíamos al principio, existen actitudes de voluntad colectiva que constituyen indicadores de una salud democrática en una sociedad que, con demasiada frecuencia, ignora el contenido de palabras que esconden altos conceptos y valores, valores que se difuminan con el tiempo, quedando sólo en palabras vacías de conceptos. Desde Juventudes Socialistas de Dos Hermanas consideramos que la mejor forma de honrar a estas personas es haciendo gala del voto que la democracia nos concede, algo que hoy día nos parece natural en nuestra sociedad, pero que en sus días no lo fue y que por ello lucharon muchas personas, unos perdiendo la libertad, otros sus bienes, otros algún familiar y otros, la vida.
Creemos que constituye nuestra responsabilidad el hacer saber a las generaciones más jóvenes- y nosotros conformamos esas generaciones- lo que ocurrió durante estos años para que nunca olviden la deuda pendiente con las generaciones mayores, sobre todo, con aquellas a las que se les privó de libertad y después de memoria, con el deseo de que estas personas no tuvieran ni pasado ni raíces a los que adherir su presente.