El color predominante,
la canción más escuchada,
la noticia más pulsada
con más tinta por arteria,
pertenece en estos días
al polvo, la algarabía
y el mundillo de la feria.
Se trata de un sin parar,
un continuo bombardeo,
un incesante goteo
de ofertas, que por diana,
se han buscado el sugerente
bolsillo siempre pendiente
de la gente en Dos Hermanas.
Lo mejor, lo más curioso,
es que el tiempo de feriantes,
de las gangas, los marchantes
y promesas por montones,
se empezó por los geniales
feriantes profesionales
que ofertan las elecciones.
Y es verdad, no cabe duda:
éste es un tiempo de feria,
un periplo –cosa seria–
que se basa en convencernos
de la falta que ha de hacernos
tal ganga, tal estatuto…
Éste es un tiempo de astutos,
de ofertas, que por imanes,
comparten ganga engañosa,
gritos, ruido, poca cosa,
y un montón de charlatanes…