La Rociera gana ante el Alcosa, que sufrió cinco expulsiones que motivaron la suspensión del partido
El equipo que dirige Emilio López tenía a priori un comprometido encuentro ante el Alcosa sevillano, uno de los equipos implicados en la lucha por el ascenso de categoría.
La primera mitad del encuentro fue de inicio muy intensa en el juego de los dos equipos, que buscaban con ahínco la victoria.
Ya en el minuto 16, el panorama cambió tras una falta en el medio del campo, entre el local José Manuel y el nazareno Barros. Ambos se enzarzaron en una pelea, lo que motivó que el árbitro mostrara directamente la tarjeta roja, al igual que al guardameta nazareno Álex.
A raíz de este incidente, el juez asistente avisó al colegiado, ya que el jugador del Albaida Forja se le había dirigido de manera depectiva.
Después de todas estas acciones, la falta de la discordia fue sacada por la Rociera y, fruto de esa jugada, llegó el 0-1 gracias al goleador Migue .
Con este marcador y la polémica anterior, el patido se tornó muy tosco, ya que hubo acciones que no posibilitaron el lucimiento de ninguno de los dos equipos. Con este resultado favorable, los nazarenos se fueron al vestuario terminada la primera mitad.
Tras el descanso, el equipo local, a pesar de su inferioridad númerica, salió con descaro a por el partido.
La Rociera, por su parte, aguantó el juego del Alcosa en primer lugar, siendo su portero Carlos -que salió por Jesús cuando Álex fue expulsado en la primera mitad- el jugador más destacado.
Con todo perdido para los locales, afloraron los nervios en el equipo sevillano. Los jugadores protestaban con insistencia todas las decisiones del trío arbitral. Así llegaron las restantes expulsiones.
En el centro del campo, incluso con insultos y amenazas, varios locales se encararon con el árbitro por una simple falta. De esta manera, el colegiado Carlos García Moreno mostró tres tarjetas rojas más, que dejaron al cuadro del Alcosa con solamente seis jugadores de campo, límite con el cual se debe suspender un encuentro.
Era el minuto 80 del accidentado partido. El triunfo de los nazarenos significa dar un paso más hacia el ascenso, motivado además por el empate del Soleá, que no pudo vencer al Diablos Rojos. Los nazarenos se miden el próximo domingo en el Manuel Adame a otro de los favoritos de la liga, el E. San Agustín.