Fernando III y Alfonso X ya tienen monumento en la barriada de Fuente del Rey. El Ayuntamiento ha inaugurado una obra que ha realizado el escultor Antonio Luis Troya Román, con el que se quiere «reconocer su legado y nuestro hito fundacional», explicó el alcalde, Paco Rodríguez. Además, prosiguió, de «poner en valor nuestra historia y nuestra identidad nazarena».
La elección de este espacio para la ubicación de este monumento no es baladí, ya que está muy relacionado con la Reconquista cristiana de Sevilla por el rey Fernando III. Según explicó el historiador Antonio López Gutiérrez, «la ciudad de Sevilla (Isbiliya) se encontraba sitiada por las tropas castellano leonesas de Fernando III desde agosto de 1247. Alrededor de la ciudad se establecieron una serie de campamentos, desde los que se organizaban incursiones y preparaba el asalto definitivo a la ciudad».
Uno de estos campamentos, indicó Antonio, «situado en estos parajes, estaba al frente del maestre de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa«. La tropa se encontraba cansada, agotada por el esfuerzo realizado y sobre todo, sedienta por el rigor del verano. Fernando III imploró la intervención divina y ordenó al maestre que golpeara una peña para conseguir el líquido elemento. Pelayo «hirió una peña con la lança, de que brotó una fuente de agua«, conociéndose este lugar como Fuente del Rey. Esta historia pertenece al jesuita Juan de Pineda (1627), del resto se ha encargado la transmisión oral de la leyenda.
Monumento en la laguna
Por ello, el monumento dedicado a los monarcas Fernando III y Alfonso X se encuentra en el interior de la Laguna de Fuente del Rey. Según ha explicado su creador, la escultura está realizada en acero corten y mide más de cinco metros. En él se levantan, «sobre un globo terráqueo, símbolo de su poder terrenal, dos espadas, símbolo de poder y de justicia. Ambas aparecen rematadas por sendas coronas reales«.
En la base del monumento aparece el relato de la leyenda («Pelay Pérez Correa hirió una peña con una lanca de que brotó una fuente de agua») y, sobre ella, «un cubo donde figuran simbólicamente los escudos de los reinos de Castilla y León; el signo rodado de los monarcas, símbolo de la magnificencia real, y el escudo de Dos Hermanas«.
Y es que, tras la reconquista cristiana de Sevilla, el día 23 de noviembre de 1248, por Fernando III, según explicó el historiador Antonio López Gutiérrez, «Alfonso X procedió al reparto de tierras entre los diferentes estamentos sociales y eclesiásticos que acompañaron al monarca castellano en esta victoria». En él aparecen por primera vez topónimos como los de: Cuartos, Quintos, Borj Aben Haldón, Villanova Azequilla, Alquería de Hadayn, Borja Santarén, Bujalmoro, Almachar, Torre de los Herberos, que hoy forman parte del término de Dos Hermanas.