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La Asociación de mujeres feministas Hypatia ha concedido un premio a Mabel Lozano por su implicación en la denuncia de la explotación sexual de las mujeres. El III Premio Hypatia se ha entregado este miércoles, día 25, en el Centro Cultural La Almona a esta activista por los Derechos Humanos de las mujeres, cineasta, escritora y guionista de manos de la presidenta de la asociación, Mª Antonia Naharro Cardeñosa.

Este premio a Mabel Lozano es un reconocimiento a su compromiso y trayectoria personal y profesional para conseguir que a través de sus diferentes trabajos audiovisuales se visibilice esta violencia, poniendo el foco en la demanda, denunciando a clientes y proxenetas y contribuir a que esté en la agenda política. Mabel ha recibido una escultura realizada por la artista nazarena Ángela Crespo Ortega.

La artista se ha mostrado muy agradecida al recibirlo, antes de llevar a cabo el taller Eso no es sexo con alumnado de 4º de ESO de los institutos Alvareda, Vistazul y Torre de los Herberos. Desde el primer momento, Mabel ha atraído la atención de los chicos y chicas, asegurando que «vamos a hablar de las cosas por su nombre, ya que el lenguaje suele invisibilizarlas».

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La finalidad de este taller, según había explicado la asociación Hypatia era poner el foco en la denuncia de la pornografía, la prostitución 2.0, el cibersexo y la trata con fines de explotación sexual, incidiendo en la necesidad de una verdadera educación afectivo-sexual.

En este sentido, Mabel Lozano se retrotrayó a cuando tenía 14 años y vivía en Villaluenga de la Sagra (Toledo). Allí tuvo su primer contacto con la prostitución, cuando fue el puticlub que había a las afueras de su pueblo para vender las papeletas de su viaje de fin de curso. Pero, todo cambió en su vida cuando en 2004 conoció a Irina, una chica rusa víctima de la trata sexual, que se convertiría en 2004 en protagonista de su primer documental Voces contra la trata de mujeres. Hasta el punto de llegar a afirmar en Dos Hermanas que su destino «no era ir a Madrid para convertirse en directora de cine, sino para conocer a Irina», ya que, desde entonces, explicó, «no he dejado de hablar de la trata sexual, poniendo siempre el foco en las mujeres víctimas«.

Con una dinámica muy interactiva con el público, Mabel fue abordando de tú a tú con el alumnado todos estos conceptos, buscando siempre su participación. Para visualizar todo este universo, en el taller, se proyectaron algunos de sus trabajos, como el cortometraje Biografía del cadáver de una mujer, premio Goya al mejor cortometraje documental en 2021.

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