La ‘Tradición’ del Coro de Campanilleros Ibarburu se apaga este año. El coro ha decidido, después de 39 años de historia, no salir a las calles de Dos Hermanas a cantarle a la Navidad. Solo lo harán esta semana en la parroquia del Divino Salvador en una actuación a modo de «hasta luego» en la que cantarán Pajarillo romero, Así canta Dos Hermanas , Ecos Navideños y, como no podía ser de otra forma, Tradición.
La cita será en el XX Encuentro de Campanilleros de la parroquia, este jueves, día 15, a las 20:15 horas. También cantan los coros de las hermandades de Amargura y Oración y el Coro La Familia. La entrada es libre y gratuita.
En esta actuación estarán cinco de los fundadores del coro que se han mantenido hasta nuestros días: Antonio Morales Alcocer, Marcela Franco, Loli Claro, Manuel García Morales y Juan Antonio Franco, junto a otros integrantes.
Sin relevo generacional
Según explica su director, Antonio Morales Alcocer, «el año pasado ya salimos con dificultades y, en esta ocasión, ya no ha podido ser». La idea, apunta, «era ir abriendo el coro a la gente joven, pero esta tiene otras inquietudes, y las personas que quedamos desde el principio, cuatro o cinco, somos ya mayores y no podemos por temas de salud u otras cuestiones personales«. Aunque, la intención de Antonio «no es cerrar las puertas definitivamente, no me gustaría, ya que mi ilusión es que no se acabe el coro».
Antonio afirma que lo suyo «sería empezar de cero, desde la base, con las personas mayores del coro enseñando a la gente joven, puesto que es muy difícil encontrar gente que sepa tocar bien una pandereta o una zambomba, ya que es más complicado de lo que parece». Y en un coro de campanilleros, añade, «todo el mundo tiene que tocar un instrumento y eso se estaba perdiendo en los últimos años».
39 años lleva el Coro de Campanilleros Ibarburu cantando a la Navidad
Inicios del coro de campanilleros
Mirando al pasado, el director del coro recuerda los inicios de esta formación hace casi cuatro décadas, «cuando en Dos Hermanas no había coros de campanilleros». Por ello, decidieron formar uno en el año 1983, que cantó ese año por la barriada de Ibarburu, saliendo por el resto de Dos Hermanas en 1984. «Nuestra intención era recuperar la tradición de los años 50 cuando en el pueblo el Coro de la Campanita salía de noche e iba a la casa de los amigos a cantar en su puerta… Una tradición que se ha perdido».
En un primer momento, fueron conocidos como Las nueve familias de Ibarburu, que se reunían a cantar en la Carpintería de Juan Parrado, hasta que, recuerda Antonio, «nos dimos cuenta de que éramos 11 y comenzamos a llamarnos Coro de Campanilleros de Ibarburu». Desde ese momento, su labor cada año ha sido un canto a la tradición, y no por el tema que los ha hecho populares allá donde han ido a cantar, sino por intentar mantener esa forma cadente y de ritmo y compás pausado de cantar a la navidad nazarena de la década de los 50. Algo que, en ocasiones, «nos han reprochado, ya que nos han dicho que cantábamos muy lentos».
Así lo han mantenido hasta nuestros días, llegando a un momento actual en el que sí son muchos los coros que le cantan cada año a la Navidad, a diferencia de sus orígenes, cuando eran los únicos. Aunque, asegura Antonio, «no tienen ese sello que hemos mantenido siempre, ya que no somos una formación con técnica musical, pero teníamos pellizco, que es lo bonito en un coro de campanilleros».
La historia de ‘Tradición’
Si hay un villancico que recuerda siempre al Coro de Campanilleros de Ibarburu ese es sin duda Tradición. Antonio Morales Alcocer recuerda la historia de este himno, que no es de esta agrupación. «Es un tema antiguo que lo escuchamos por primera vez en las voces de un coro de niños en un certamen de Los Palacios y Villafranca en el que participamos en nuestros inicios». A Antonio el tema le encandiló desde ese momento y fue un compañero de Antonio en la desaparecida fábrica de Cerámicas Bellavista, «que trabajaba grabando eventos, el que me pasó el vídeo del certamen para volver a escuchar la canción». Fue ahí cuando «decidí adaptarla a nuestro estilo y darle nuestra cadencia». Con el tiempo, recuerda, «me puse a investigar sobre su autoría, llegando a la conclusión de que había sido escrita por un hombre de Bormujos, del que nunca supe su nombre».
Foto: Imagen de archivo de un ensayo del Coro de Ibarburu en el año 2005.