Con el objetivo de que el alumnado con necesidades educativas especiales aprenda de manera significativa para llevarlo a su vida cotidiana surge la idea de transformar el aula específica del Colegio María Zambrano en una cocina y a su alumnado en reposteros. De esta forma nace la cooperativa escolar Con un toque de Canela & Limón, en la que los alumnos y alumnas trabajan de manera cooperativa, favoreciendo su normalización e integración desde el aula específica.
Aunque para hablar de los orígenes de este proyecto hay que remontarse al curso de la pandemia cuando, explica Carmela Carvajal Sánchez, maestra de pedagogía terapéutica del aula específica, «de los 38 alumnos que teníamos censados en ese curso con necesidades educativas especiales integrados en las diferentes aulas entre todos los niveles, había dos en la etapa de Secundaria, Darío y Manuel, que requería revisión de su dictamen, ya que su modalidad de escolarización no podía atender las nuevas necesidades que estaban surgiendo, además del gran desfase curricular que ya era muy evidente». Es entonces, prosigue, «cuando nos planteamos, en primer lugar, solicitar la revisión del dictamen y cambio de modalidad de escolarización y, en segundo, solicitamos el concierto de un aula específica para dar una adecuada respuesta al alumnado».
Además, la intención del centro «no era solo dar respuesta a nuestro dos alumnos, sino también aportar un aula más de estas características a Dos Hermanas, ya que en ese momento solo existían una en el IES Torre de los Herberos«. Una «dotación insuficiente«, que provoca que muchas familias tengan que solicitar plaza en otros centros fuera de su localidad o decantarse por centros específicos.
Mientras tanto, prosigue Carmela, «decidí que estos dos alumnos pasasen más tiempo en el Aula de Apoyo a la Integración y dediqué los viernes a la repostería, enseñándoles a hacer bizcochos, galletas o magdalenas«. Con ello, «se entusiasmaron con las muchas actividades que realizábamos como: hacer listas de la compra, salir a comprar a la tienda del barrio, cocinar…Se sentían protagonistas en su hacer diario en el aula. Además, de tener integradas las áreas de lengua y matemáticas en todas estas tareas».
Fue en el curso 2020-21 cuando la Junta aprueba el aula específica y fue en última instancia, ya que fue denegada inicialmente, a pesar de la inversión realizada para adaptar el espacio. Desde el centro se decide llamarla Aula Fénix, por un lado, para “hacerle un pequeño homenaje a nuestro alumnado y familias, que son ejemplo de superación diaria y, por otra parte, el recibir la noticia en el mes de junio, cuando nuestras esperanzas estaban casi perdidas, fue como un resurgir para todo el profesorado del cole y las familias”.
Cronología del aula específica
En el primer curso de vida del Aula Fénix, en el primer trimestre de 2021, fue cuando surge la idea de montar una cocina dentro del aula y crear una cooperativa escolar. Fue en octubre de ese año cuando comienzan a surgir los primeros pedidos del profesorado y de las familias, pero siempre a nivel de centro. En Halloween, organizan un taller de galletas terroríficas para el alumnado Infantil y la AMPA les encarga en Navidad galletas para regalar al alumnado. «Una manera de sentirse importantes y protagonistas en el colegio, ya que recibieron muchas felicitaciones», explica Carmela Carvajal.
En el segundo trimestre de 2022, el Aula Fénix participó en un evento solidario organizado por nuestro colegio a beneficio de la Asociación Acaye, que lucha contra el cáncer infantil. Lo hicieron vendiendo sus productos y donando los beneficios.
En el tercer trimestre de 2022, la cocina se convirtió en el eje principal del aula y los tres ámbitos sobre los que se trabaja con este alumnado giraban en torno a ella. Entre las muchas tareas que ocupan la jornada escolar, apunta su maestra de pedagogía terapéutica, «se ocupan de identificar las operaciones que tienen que hacer cuando van a ir a comprar a la tienda del barrio o cómo deben pedir lo que necesitan. Así como cuánto dinero han obtenido de beneficio o cuánto les ha costado, por ejemplo, un paquete de harina». Además, prosigue, «de elaborar la lista de la compra, trabajar en la elaboración de su recetario, organizar sus pedidos semanales y publicitar sus productos».
Y, siguen creciendo. Actualmente, el aula cuenta con 6 alumnos: Darío, Manuel, Alberto, Álvaro, Carlos y Marta.
Participantes en el proyecto
En este proyecto participa el Departamento de Orientación, con su orientador, Alfonso E. Sánchez Rendón; su logopeda, Pepe Roca Soto; la psicóloga, María Palacios Pandelet; la PTIS Carmen Inurria Jiménez y las P.T. del aula específica, Carmela Carvajal Sánchez y Antonia Faria Tejero; y el profesor de Educación Física, Bruno Clivati García.