Este año han estado en la casa hermandad de Pilas en el Rocío
Una vez más, los jóvenes de la parroquia nazarena del Divino Salvador han pasado sus vacaciones en un campamento, acompañados por monitores que han estado con ellos en todo momento. En este caso, las vacaciones han consistido en una semana en la aldea del Rocío, donde la casa hermandad de Pilas ha prestado sus instalaciones para acoger a este grupo de niños que realizan su Postcomunión en la parroquia nazarena.
Como de costumbre, este campamento tiene una doble finalidad, lúdica y catequética, con lo que se han combinado, de la mano de los monitores, las actividades al aire libre con la oración.
De este modo, ha habido excursiones a la playa y baños en la piscina, así como salidas al Acebuche y al museo marítimo de Ballenas. Por otra parte, se han realizado veladas de convivencia, talleres y también oración frente a las marismas.
Convivencia y enriquecimiento personal
Algunos de los objetivos de este campamento que, año tras año, organiza la parroquia del Divino Salvador, pasan por fomentar el encuentro entre los más jóvenes, para que aprendan valores de tolerancia y convivencia, pero también a valerse por sí mismos y el enriquecimiento personal de cada uno.
En esta ocasión, uno de los aspectos más importantes ha sido la tolerancia, por lo que los niños han entonado un himno en el que se hace un canto a la diversidad, centrándose en lo que conocen en su entorno más cercano, las llamadas tribus urbanas. A este respecto, los jóvenes del Divino Salvador han cantando un himno, que se llama Tribus urbanas, tribus hermanas.