Expolio de salud intermitente,
excusa de consulta incomprendida:
a veces, por probar que fue mentida
y a veces, por obviar alegremente.
–Mutante segador de empeño y mente–
conduces calma y sueño a tu medida;
reduces paso a paso, brida a brida,
las luces en las cruces del doliente.
Y agota, te consume, te controla;
y en gotas se convierte en una ola
que brota sin consuelo alrededor.
Y es dura, incontestable, despiadada,
total en su arrogancia, en su lanzada,
henchida en la fragancia del dolor.