Pregonero de las Glorias de María
"Si las hermandades no reflexionan, seguiremos engordando una Semana Santa muy vacía de contenido”
El próximo domingo, a partir de las 12:30 horas, la Hermandad de la Amargura acogerá en su capilla el VI Pregón de las Glorias de la Amargura, a cargo de Casimiro Rivas Cordero. El pregonero será presentado por Mario González Martínez.
A pesar de que en alguna ocasión había prometido que no volvería a hacer un pregón, los lazos de amistad con varios hermanos de Amargura han sido lo suficientemente fuertes como para que Casimiro Rivas cambiara de opinión y aceptara pregonar las glorias de María. El suyo no será un pregón al uso, tendrá un matiz de charla en busca de la reflexión, para encontrar en el ejemplo de María el regreso a unos valores en peligro de extinción y cuya supervivencia depende en gran parte de las hermandades.
Lleva mucho tiempo vinculado a la Borriquita, pero ¿qué lazos le unen a Amargura?=
No he pertenecido nunca, pero siempre ha existido algo afectivo, he tenido trato con varios hermanos mayores, como Arias, que luchó mucho, o José María González Plaza, muy buena persona. Siempre soy recibido con un gran cariño, sencillez y nobleza. Queda algo de la Dos Hermanas que perdimos, es gente buena y cariñosa. Tengo recuerdos de una hermandad que ha tenido que luchar mucho, como la nuestra.
Tiene entonces buenos amigos y buenos recuerdos en La Amargura de una época que se ha perdido
El pago por el progreso ha traído algunas cosas, como la soledad de las grandes ciudades que desgraciadamente se da ya en Dos Hermanas… En Amargura es difícil encontrarse solo, te abren el corazón.
¿Qué podría contarnos del pregón, qué línea va a seguir?=
Como no soy poeta, en lugar de ripios voy a intentar transmitir mucho… El mundo cofrade tiene hoy una gran labor que hacer, también en la fe. Debemos asomarnos un poco a la imagen de María, pero no a la de los pasos ni los costaleros; que me parece muy bien y no dudo de que se acercan con fe; sino a la María real, la que tragó el mismo polvo y pasó por las mismas necesidades que muchos hoy día. María es lo que es en función de su hijo, de Dios, de Jesucristo; tenemos mucho que aprender de ella. Y por aquí se quiere mucho a la Virgen, hay que tratarla, conocerla e imitarla. Cada vez es más difícil, porque por desgracia se nos ha desacostumbrado a pensar.
¿Qué tiene la Virgen de La Amargura que provoca tanta devoción?=
Mira, no me lo ha dicho ningún teólogo, a mí no me convenció nunca Santo Tomás con sus cinco vías… [Hoy día] No tenemos ni capacidad para tener penas ni amarguras. Aunque en la infancia hemos pasado penas y miserias, a pesar de ello no fue desgraciada y terrible, sino luminosa; pero… el dolor te estalla, como burbujas que tienen que escapar de una botella de Casera. Cuando no tienes a quine recurrir, nadie alrededor, ¿a quién recurres? Además, fíjate el sitio al que fue a parar, allí se acentuaban más que en otras partes las necesidades, se entendía muy bien, fue al sitio en que más falta hacía. Recuerdo aquellos Viernes Santos a una marea humana rodeando a ese paso tan… pobrecito. Vive en mi recuerdo esa estampa inolvidable, la calle del Cerro Blanco bajando llena de gente. Por suerte hoy día también sigue habiendo mucha gente joven.
Desde la perspectiva que tiene después de tantos años vinculado al mundo de las hermandades¿cómo cree que es su futuro, hacia dónde deben ir ?=
Te contesto con sinceridad, las hermandades, para lo que es el mundo cofrade, no podían ni soñar llegar a donde están hoy, por encima de números de nazarenos que vayan a la baja; lo que importa no es la cantidad, sino la calidad, sentir con hondura el compromiso cristiano. Si las hermadades no hacen un punto de reflexión, de transmitir la palabra de Dios, seguiremos engordando una Semana Santa muy vacía de contenido. Tenemos que ir a ese compromiso, si no, qué hacemos aquí… Por ahí puede haber una vía de progreso, la de seguir las enseñanzas del Nazareno. Luchar por llevarlo a tu vida es difícil, pero ese es el camino. Las hermandades tienen un importantísimo papel que cumplir en este aspecto.
Y como muestra, un botón. Casimiro Rivas está plenamente comprometido con la formación en su hermandad y, a título personal, cada Navidad la celebra como algo extraordinario cargado de sentido religioso, rodeado por toda la familia y preocupándose de que los más pequeños aprendan cuál es el significado de la Nochebuena.
