El domingo, día 28, a las 12:00 horas, la Hermandad del Gran Poder organiza en su capilla la XXXVII Exaltación de la Juventud, que correrá a cargo de Francisco Javier García Alonso. Estará presentado por su amigo Adrián Jurado Durán y se interpretarán marchas a piano y flauta travesera durante la exaltación.
“Quería que mi exaltación fuera más cristiana que cofrade”
¿Cuál es el primer recuerdo que atesora con la hermandad y con la devoción del Gran Poder Francisco Javier García Alonso?
Yo soy hermano desde que nací, por lo que no tengo un recuerdo de mi infancia que no tenga que ver con la Hermandad del Gran Poder. Me acuerdo de niño correteando por el pasillo de la capilla durante la preparación de la Cuaresma.
¿Cómo recibió el encargo de ser el exaltador de la Juventud del Gran Poder?
Sabía lo que significaba y la responsabilidad que suponía porque mis padres lo han dado y también mis mejores amigos en la hermandad. Lo acepté de inmediato porque consideré que era un encargo del Señor y no podía rechazarlo.
¿Cuáles fueron sus primeros pasos para preparar la Exaltación?
Nada más colgar el teléfono, pensé qué voy a contar y cómo iba a enfocarlo, alimentándome de otros exaltadores que, al estar en mi círculo cercano, ellos mismos vinieron a mí.
¿Cuál es la idea central que la sustenta?
Yo fui a ver al Señor del Gran Poder a su capilla y le pregunté qué quería que hiciera y, de ese encuentro, salieron dos pilares. Por una parte, quería que fuese un pregón cristiano, más que cofrade, y, por otra, que cualquier persona que conozca la devoción del Gran Poder lo entendiera. Realmente, son mis sentimientos hacia la devoción de mi casa, ya que mis padres se conocieron en la hermandad y mis abuelos ya estaban en la junta de gobierno.
¿Cómo ha sido el proceso de dar forma a todas esas ideas?
Complejo, a la vez que bonito. Yo nunca había escrito y, aunque tengo claro mis sentimientos, no los había exteriorizado, por lo que sacar todo lo que tienes dentro es complicado, sobre todo, saber buscar las palabras exactas. Y ha sido bonito porque esta exaltación ha llegado en un momento complicado para mí, en el que no he estado bien anímicamente, y he tenido al Señor más presente y cerca de mí que nunca, no me ha abandonado y me ha ayudado mucho, aunque haya podido dudar en algún momento de mi fe. Por lo que ha sido un proceso sanador.
Como costalero que es de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, ¿qué papel tendrá la Virgen en su exaltación?
Va a tener su protagonismo porque desde siempre en mi familia me han inculcado de la importancia de María en la figura de Jesús. Además de que en mi casa es una devoción muy fuerte porque mi madre ha sido su camarera durante 20 años. Aunque yo sea de otras hermandades, mi devoción mariana es la de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso.
¿Qué le gustaría que se recordase de la exaltación de Francisco Javier García Alonso una vez concluida su presentación?
La presencia del Señor del Gran Poder en todos los instantes de nuestra vida, por pequeños que sean. Y la importancia de los recuerdos de todo lo que vivimos en el seno de una hermandad.
¿Qué papel cree que tiene la gente joven en el mundo cofrade?
Como decía el Papa Francisco, la juventud es el ahora de Dios, además del futuro. Veo a la juventud con mucha fuerza y ganas de trabajar, lo que me falla es la capacidad que puede tener una hermandad para gestionarlo. Si se hace bien, las hermandades tienen juventud para lo que quieran. La gente joven no solo servimos para limpiar plata, también sabemos tomar decisiones, y lo importante es que la juventud se sienta importante y valorada en su hermandad, se sientan a gusto, en su casa.




























