La tarde del Domingo de Ramos empezó con retraso. Los malos presagios meteorológicos de la jornada provocaron que las dos hermandades que procesionan por las calles de Dos Hermanas decidieran aplazar su salida. Tras un año de ausencia por la lluvia en 2024, la Hermandad de la Borriquita pedía una prórroga de 45 minutos, mientras que Cautivo, una hora. A la hora prevista inicialmente, caía un sol de justicia sobre la ciudad, pero las nubes no dejaban de amenazar el cielo azul de una de las jornadas más esplendorosas del año.
La aparición de la Agrupación de la Estrella en la Plaza de la Constitución traía buenos presagios y se cumplieron, ya que a las 17:45 horas se abrieron las puertas de la Parroquia de Santa María Magdalena y un nazarenito blanco, acompañado por un adulto con antifaz rojo, pedía la venia al presidente del Consejo de Hermandades, Fran Alba Claro, acompañado en la salida de la Hermandad de la Borriquita por el pregonero de la Semana Santa 2025, Francisco Javier García Pérez. Comenzaba a salir la cruz de guía y, como es tradicional La Estrella tocó la marcha Los Niños Hebreos.
Poco antes de las seis de la tarde, el paso de misterio de la Sagrada Entrada en Jerusalén recibía los primeros rayos del sol de la tarde. Tras una compleja salida por el dintel de la puerta de la parroquia, los sones de Oh, Bendita Estrella, tras el himno nacional, anunciaban que el Señor de La Borriquita estaba ya en las calles de Dos Hermanas. El paso de estilo barroco de Guzmán Bejarano llevaba un exorno floral en tonos amarillo, rosa, azul y lavanda con mellery, statice, limonium, clavel bru, iris y matiolas.







Las marchas se sucedieron mientras el paso realizaba la Carrera Oficial y buscaba la calle Santa María Magdalena. Esta hermandad apuesta para este enclave de su recorrido por composiciones dedicadas a sus Sagrados Titulares, debido al importante patrimonio musical que atesora.
Tras una hilera de capirotes rojos de terciopelo, el sevillano palio de la Virgen de la Estrella comenzaba a vislumbrarse en la puerta del templo. La dolorosa lucía este Domingo de Ramos su saya de salida, bordada por Fernández y Enríquez, que ha sido restaurada. Con un exorno floral en color blanco, Delfinium, demdrovio y rosa mondial perfumaron el discurrir de esta dolorosa nazarena por las calles de su ciudad. Una vez en la calle, sonó, como no podía ser de otra forma, La Estrella Sublime, en el año en el que se conmemora los 100 años de la marcha que compusiera López Farfán.
La cofradía acortó su recorrido, no discurriendo por las calles Mellizas, Lope de Vega y Aníbal González, por lo que no realizó presentación ante la Hermandad de Oración. Subió directamente por la Calle Santa María Magdalena, buscando Francesa.








Otros momentos claves de este Domingo de Ramos para la Hermandad de la Estrella son sus presentaciones a las hermandades de la Vera-Cruz y la Estrella, cuando ya cae la noche. A pesar del retraso, la corporación cumplió con sus horarios, ya que a las 22:20 horas la Cruz de Guía hacía su entrada por la puerta lateral de Santa María Magdalena, mientras el misterio se presentaba ante la corporación de la Madrugá.
De nuevo los sones de Oh, Bendita Estrella para despedir al Señor de la Sagrada Entrada en Jerusalén, pasada las once de la noche. Una media hora más tarde, a las 23:44, hacía su entrada el paso de palio.
Vídeo de la salida de la Hermandad de la Borriquita
El Cristo de los lirios
A las 18:00, una hora más tarde de lo previsto, salía desde la Parroquia del Rocío la Hermandad del Cautivo. Tras una año de ausencia por la lluvia, su barrio esperaba expectante a sus titulares. El Cristo Cautivo se presentaba a su pueblo en este 2025 con nueva vestimenta de estreno, la que ya se conoce como la túnica de los lirios, por predominan en sus diseños, bordada en oro fino sobre terciopelo de algodón color morado, realizada en el taller de Bordados Santa Clara.
Al ser el lirio tan protagonista en este túnica vendecida recientemente, el exorno floral del paso era de rosas color rojo. Sobre las sienes del Señor, el juego de potencias de plata sobredorada realizadas por el orfebre Ramón León, cuya donación fue de la familia de Álvaro Cueli Oliva.
En la puerta del templo, le esperaba ansiosa su Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús Cautivo, que se estrenaba tocando tras su paso al no poder hacerlo el pasado 2024 por la lluvia. Fueron sones musicales de estreno y una nueva impronta musical para este Cristo, que comenzó a perderse por las calles de su barrio.








Cuando el Señor ya buscaba Los Pirralos por la Avenida de la Cruz Roja, salía su madre, María Santísima de la Esperanza. Para este Domingo de Ramos, Cuando el Señor ya buscaba Los Pirralos por la Avenida de la Cruz Roja, salía su madre, María Santísima de la Esperanza. Para este Domingo de Ramos, esta bella dolorosa lució saya blanca bordada en oro sobre tisú, realizada en los talleres de José Antonio Grande de León en el año 2011, manto de salida de terciopelo verde de Lyon y toca de hilos de oro de encaje francés. Sobre su cabeza, la corona de salida de plata sobredorada, realizada por los talleres de Marmolejo en 1987. Cabe destacar, que la Santísima Virgen llevó como tocado un tul de hojilla donado por un hermano en el año 2023 sobre fondo de lamé de plata recientemente donado por un grupo de devotos.
El palio era un vergel de flores con una composición en la que se integraban rosa blanca mondial, rosa spray, rosa inglesa, vivurnum, dendrobium blanco, astromelia blanca, freesia, rosa avalanche y gladiolos blancos. Siempre la Esperanza y XXV Años de Esperanza sonaron a su salida, interpretadas por la Banda de las Nieves de Olivares.
Cautivo no cambió su recorrido a pesar del retraso, entrando en el centro con cambios de itinerario, ya que accedió al Callejón Cruz por Calderón de la Barca y Divina Pastora, en lugar de hacerlo directamente desde Carlos I de España.
En su regreso a la Parroquia del Rocío, tras hacer Carrera Oficial, también estrenaba en su recorrido algunas calles de su feligresía, como Soria, Segovia y Ávila, antes de retomar Reyes Católicos y Los Pirralos para buscar el templo cuando el Lunes Santo ya había hecho acto de presencia.






