La importancia de la fe como cimiento de las hermandades ha sido el tema central del Pregón de la Semana Santa de Dos Hermanas 2025 que ha pronunciado este domingo, día 6, en el teatro municipal, Francisco Javier García Pérez. En este canto de fe, este maestro de Educación Física y director general del Colegio San Hermenegildo ha querido destacar la labor evangelizadora, formativa y social de las cofradías en un pregón en el que la emoción y la reflexión han ido de la mano en todo momento.
El pregón ha estado presidido por la delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, Rosario Sánchez Jiménez, el párroco de Santa María Magdalena, Manuel Sánchez de Heredia, y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Fran Alba Claro, además de otros integrantes de su junta superior.

Elementos de la escenografía
Sobre el escenario, al otro extremo del pregonero, la cruz de guía del Prendimiento, que realiza este Martes Santo su primera estación de penitencia a la Parroquia de Santa María Magdalena como hermandad. La iluminaban dos faroles de las Tres Caídas, la otra hermandad que se estrena esta Semana Santa, procesionando el Miércoles Santo. El rincón cofrade lo completaban dos jarras de palio y una naveta e incensario de la Hermandad de la Vera-Cruz, la del pregonero, además de una palma rizada, tan típica del Domingo de Ramos.
Las flores que adornaron el escenario, sencillas y elegantes, eran de tonalidades rojas y moradas, como los claveles o lirios que se alternan en el monte del Cristo crucificado de la corporación de San Sebastián. El pregonero llevaba su pregón en las pastas que le entrega la Tertulia cofrade El Candelabro de Cola y en sus manos, dos medallas: la de la Hermandad de Valme, que colocó en el lado derecho del atril, y la de la Hermandad de la Vera-Cruz, en el lado izquierdo.

Presentación del pregonero
Amarguras, como ya es tradicional, fue la marcha que abrió este pregón, interpretada por la Banda de Música de Dos Hermanas Santa Ana, dando paso al presentador del pregonero, su primo, Jesús Pérez Pérez. Éste, elegido por Francisco Javier, «porque lo conozco desde la infancia», se convirtió en «recolector de palabras» de todas las personas que lo conocen y quieren y en «transmisor de sentimientos» durante una presentación de 20 minutos de duración». Jesús incidió en las «diferentes pasiones que el pregonero tuvo claras desde niño: familia, deporte, manualidades de pintura, música, su Dos Hermanas y, por supuesto, el nacimiento y la pasión de Cristo«. Una persona, afirmó, «que ha nacido para cambiar el mundo desde la fe» y así quedó patente durante su pregón, preguntando al público presente si «tenían lista su papeleta de sitio para vivir la fe con autenticidad«.
Durante su anunciación de la Semana Santa, Francisco Javier tuvo una compañía muy especial, la musical y familiar, que le ofreció su sobrino David Álvarez García, encargado de tocar piezas a piano en algunas de las estrofas finales de los fragmentos de su pregón. Un plus de musicalidad en una puesta en escena muy cuidada por parte del pregonero, que fue pasando del susurro a la declamación, según la intensidad y emotividad de sus palabras, metiéndose en la piel, incluso, de personajes en tertulias cofrades con viajes en el tiempo al pasado y presente, evocando momentos vividos en la Semana Santa de Dos Hermanas.
Javier recordó la primera vez que el Cristo Cautivo procesionó solo, sin el sayón y el judio, o la primera salida de La Borriquita en su nuevo paso de misterio, utilizándose el anterior para las primeras salidas procesionales de la Hermandad de la Santa Cruz, y rememorando el antiguo puente que conectaba con la calle Manuel Calvo Leal y que se convirtió en pasarela, pero que sigue siendo «el puente del amor«. También viajó a aquellos Martes Santo en la barriada de Las Portadas con la Virgen del Amparo y «un Cristo Crucificado que lo llevan a hombros». Además de fantasear con una posible Carrera Oficial con entrada desde la zona de La Mina y salida por la calle Santa María Magdalena.

Reconocimiento a las hermandades
El pregonero quiso hacer con su pregón un reconocimiento a las hermandades y su labor, tocando diferentes asuntos de interés para el mundo cofrade. Francisco Javier habló de la importancia de «los procesos formativos como acciones de crecimiento espiritual, personal y fraternal en hermandad» y del papel de la juventud, uno de los grandes debates en el ámbito cofrade. A los jóvenes, explicó, «hay que darles su lugar, con participación y responsabilidad«, pero, sobre todo, «hay que acompañarles«.
Y aprovechando el surgimiento de nuevas hermandades en esta Semana Santa, Javier apostó por hacer un diagnóstico en el mundo de las hermandades nazarenas para que «sean instrumento de evangelización sin caer en la banalización, un modelo de fe y una escuela de cristiandad». En las que, prosiguió, «los pilares fundamentales para que triunfe el mundo cofrade son culto, formación, juventud y caridad«. Ya que «ser parte de una hermandad es mucho más que pertenecer a una lista de la cofradía», apostilló.
El pregonero también abogo por «cuidar la vida desde el primer instante de la concepción» y destacando la labor de «cruz alzada» que realiza el COF Dos Hermanas con su compromiso con las familias.

Devociones de la Semana Santa
Buscando que este canto de fe despertase en el público la emoción de lo que significa la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que es la esencia de toda la Semana Santa, Francisco Javier hizo un recorrido por las diferentes devociones de la Semana Santa de Dos Hermanas, dándoles su espacio y protagonismo en sus palabras. Especialmente emotivo fue su repaso a las Vírgenes nazarenas, ya que «la devoción a María, tus hermandes alaban», siendo «bendito tu nombre, que de tantas formas proclaman». Pero, el pregonero se quedó con uno, «la flor de San Sebastián, con tu perfil y tu infinita mirada, Mayor Dolor es tu nombre, tú, mi reina tan soberana».
Como aseguró en el tramo final del pregón, «el espíritu cofrade sigue vive y, en la Semana Mayor, el Señor y su madre se hacen presentes en este pueblo cofrade, para quererlo y proclamarlo en sus Cristos e imágenes«. Dos Hermanas, aclamó, «abre ya las puertas y echa el antifaz ‘pa bajo’, enciende bien los cirios, que pasa lista el diputado, alza la cruz de guía y organiza bien los tramos, costaleros al trabajo, ya está en orden la cofradía, todo listo y preparado, capataz templa la voz y toca el martillo, el himno ya está sonando, que repiquen las campanas en un Domingo de Ramos y será eterna tu presencia, por siempre tú alabado en mi pueblo nazareno, de él siempre enamorado». Ya te espera Dos Hermanas, «Divina majestad, pido la venia, que la hora ya ha llegado, este atril hecho palquillo su tiempo ya ha consumado. Tú pasión es revivida en los misterios de los pasos y tu esperanza no defrauda y en tus manos confiamos. Gloria al Señor en la Semana Mayor, la muerte ya vencida, Cristo vive resucitado».

Sones cofrades
Para su Pregón de la Semana Santa, Francisco Javier García Pérez eligió una marcha de Fulgencio Morón Ródenas, Cristo de la Vera-Cruz, en honor al titular de su hermandad, que sonó antes de tomar la palabra, y otra de Jesús J. Espinosa de los Monteros, Siempre la Esperanza, en alusión al año Jubilar decretado por el Papa Francisco, bajo el lema de Peregrinos de la Esperanza. Se interpretó al final, antes de los himnos de Andalucía y España.