El verano de 2024 ha estado marcado en lo deportivo por la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024. Dos Hermanas ha brillado doblemente en esta celebración con la consecución de dos medallas olímpicas para dos deportistas nazarenos.
Oro para Juanlu
Importante representación nazarena en esta cita olímpica, con unos estupendos resultados, destacando el oro que se ha traído para Dos Hermanas el futbolista Juanlu Sánchez. El jugador se proclamó campeón olímpico con la Selección Española de Fútbol, siendo una figura clave en el pase a la final, que les medió a la selección francesa. Juanlu, que llegó a esta cita olímpica como reserva del seleccionador nacional, Santi Denia, marcó el gol que le dio la victoria a España frente a Marruecos.
En su perfil de Instagram, el futbolista formado en la cantera de Montequinto, publicaba «SOMOS DE ORO, una locura lo que hemos vivido hoy, hemos cumplido un sueño. Dar las gracias a todos los que nos han apoyado y sobre todo a este equipazo».
Bronce para Marina
De bronce fue la medalla conseguida por Marina García Polo con la Selección Española de Natación Artística. El equipo español se presentaba en la final con un ejercicio que llevaba por título One shot, one opportunity, con el que no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión de subir a un podio olímpico que se le resistía desde los Juegos de Londres 2012.
Marina estuvo acompañada por Txell Ferré, Lilou Lluís, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tió y Blanca Toledano, que ofrecieron un espectáculo brillante con sus figuras y acrobacias con una fusión musical de O Fortuna (Carmina Burana) de Carl Orff y el rap de Eminen Loose yourself.
Marina García Polo publicaba en su perfil de Instagram: «Para siempre agradecida de poder haber vivido mis primeros Juegos Olímpicos tan bien rodeada. París ha superado las expectativas. Esto ha sido una barbaridad».
Diploma olímpico para Jaime
Tras alcanzar la final de remo de dos sin timonel, el remero de la barriada de Montequinto, Jaime Canalejo, sumó su segundo diploma olímpico tras el conseguido en las Olimpiadas de Tokio. Junto a su compañero, Javier García, lograron una quinta plaza, colocándole nuevamente entre los mejores remeros del mundo, tras completar tres buenas regatas.
En sus redes sociales, Jaime publicaba:»5° puesto y nuevo diploma olímpico, pero sin duda mi medalla es la familia que tengo detrás. Muchas gracias a todos por la que habéis formado y por llevarnos en volandas hasta meta en cada regata. La mejor experiencia de mi vida y algo inolvidable que siempre recordaré».
Buen papel de Carolina Robles
Por último, la atleta nazarena Carolina Robles destacó en una gran prueba de 3.000 obstáculos, quedando muy cerca de superar su mejor tiempo y la mejor marca española de unos Juegos Olímpicos. Finalmente no logró uno de sus objetivos, que era su pase a la final, y se hizo con la 19 posición en sus segunda cita olímpica. Ella lo explicaba así en sus redes sociales:
«No había presión, sólo ilusión. Quizás por eso no pegué ojo esa noche.
No había miedo a pesar de esos nombres y marcas que veía en mi serie. ¿Quién dijo miedo? ¡Estamos en unos JJOO! Aquí todas somos bestias.
Habían ganas, de demostrarme que merezco estar aquí y ser competitiva. De intentar reflejar todo lo entrenado y lo que valemos, aunque la suerte tenga gran protagonismo y a veces no permita que el resultado sea tan maravilloso como lo máximo a lo que aspiras.
Estoy feliz, orgullosa por mí y por los míos. Por el esfuerzo que hemos hecho todos para que yo pudiera vivir algo tan inmenso e increíble.
Estoy feliz, por mi carrera, por echarle garra, por no dejar de intentarlo y tirar de «inteligencia», buscando mi «time» dentro de la carrera, aunque sienta que igual no arriesgué en el momento que debía, cuando se rompió el grupo con las 6top. Pero hemos vivido tanto… que lo que merecía era vivir una buena actuación sin correr el riesgo de desfallecer, y despedirme de mis obstáculos sin un sabor amargo, aunque renunciara a un «quizás», que viéndolo a posteriori sobre papel no era posible y me alegro de haber acertado aunque tuviera que vivir dos vueltas en solitario.
Esas últimas vueltas, que por otro lado, me permitieron saborear en esos metros finales ese momento tan especial de sentir que esta llegando el final de una prueba que me lo ha dado todo, que ya no volveré a correr. Fue realmente muy emocionante ser consciente de esa despedida, en ese espectáculo de estadio, observando mi alrededor y sintiéndome plena y orgullosa de mi carrera y trayectoria 🥹.
No cumplimos todos los objetivos, como era ese pase a la final pero me alegra muchísimo que el destino sí que le haya sonreído a Irene Escribano y no sólo aprovechara la oportunidad de poder clasificarse, sino que en la propia final demostró por lo que hemos entrenado y lo que valemos, y me sentí muy representada con ella. Lloré porque lo merece, porque lo hizo épico y porque me demostró que soñabamos con algo que si que es posible conseguir.
Gracias, de corazón, de verdad, a TODOS por vuestro aliento».
Fotos: redes sociales.