Izquierda Unida ha definido el Virus del Nilo Occidental como una cuestión de salud pública, cuya gestión integral debe ser asumida por la Junta de Andalucía.
Dirección provincial y representantes municipales de Izquierda Unida de los municipios más afectados por la presencia de mosquitos con riesgo potencial de transmitir el Virus del Nilo Occidental (VNO) han mantenido un encuentro. En él se ha realizado balance de situación y seguimiento de una problemática que, un año más, ha sobrevenido con «hermetismo y falta de planificación» por parte del gobierno de la Junta de Andalucía.
Para Izquierda Unida, «hay una premisa de partida que bajo ningún concepto puede ni debe utilizarse como objeto de disputa política partidista, ni relegarse a un segundo plano mediático» y es que «con el VNO estamos ante una cuestión de salud pública, donde es fundamental que cuanto antes se acometan los tratamientos, mejor».
Capitanear la lucha contra los mosquitos
Para el coordinador de IU Dos Hermanas, Fran G. Parejo, “un problema de salud pública no se soluciona poniendo sobre la mesa sentencias sobre cuál es la administración competente, cuando los ayuntamientos no cuentan con medios ni herramientas legales para, por ejemplo, saber qué productos se pueden utilizar, dónde y cuándo».
Los ayuntamientos, prosigue Fran, «pueden intervenir en cascos urbanos y ponen en marcha campañas de concienciación, pero es la Junta quien dispone de todas las capacidades para capitanear esta lucha, con medios técnicos y humanos propios y suficientes para actuar en todo el territorio». Sin embargo, asegura, «nos encontramos con que las actuaciones y los mapas no llegan a tiempo para decidir con eficacia dónde y cómo utilizar los biocidas. Por tanto, aunque se agradece la implicación de la Diputación de Sevilla, consideramos que no es la solución si la Junta llega con retrasos de los mapas y provoca que se ralenticen los tratamientos”.
Con todo, para IU Dos Hermanas es fundamental que, de cara al año que viene, y en años sucesivos, «la Junta se anticipe a todas las contingencias y asuma la gestión integral, cualquiera que sea la fórmula jurídica que se utilice para esa encomienda». Solo así, «se pueden planificar con eficacia los tratamientos y evitar cualquier contratiempo para la salud, tanto en lo relativo a la incidencia del VNO como a la de los efectos perniciosos de los biocidas para el medio ambiente». Por poner un ejemplo bien sencillo, explica el coordinador nazareno, «el uso de adulticidas (tratamiento de insectos adultos) apenas tiene utilidad y es bastante perjudicial para la salud y los ecosistemas; sin embargo, su uso no sería necesario si se hubiera planificado convenientemente la utilización previa de larvicidas«.