La jornada de este viernes, día 8, en Dos Hermanas ha dejado una nueva estampa para la historia: dos de las principales devociones de la ciudad, Valme y Santa Ana, juntas y arropadas por Las Carmelitas en la capilla de su monasterio de clausura. Previamente, el pueblo de Dos Hermanas llevó a su Protectora desde la Parroquia de Dos Hermanas en un multitudinario traslado que recorrió las calles de la ciudad.
Poco antes de las ocho de la tarde el repique de campana anunciaba que Valme, que va despidiéndose poco a poco del Año Jubilar por el 50 Aniversario de su Coronación Canónica, hacía acto de presencia en la puerta de la parrquia. Lucía un original y colorista manto de estreno, que ha sido confeccionado por Ana Mª Martínesz Montaño con un espolín antiguo brocado en oro, plata y sedas, procedente de una donación particular junto con el encaje de concha de oro.
Sobre la jamuga estrenada en 1973 con motivo de la coronación y con las coronas de plata sobredorada de Orfebrería Villarreal, la Virgen llevaba en el cojín lleva diversos broches y exvotos relacionados con Santa Ana, así como el escudo en plata de las Carmelitas Descalzas, donado por ellas con motivo de la visita al Monasterio de San José en mayo de 1990. También lucía a sus plantas un antiguo rosario de coral en forma de anagrama de María y un alfiler con ese Bendito Nombre en letras hebreas, regalado por un grupo de peregrinos a Tierra Santa en 1993. Todo ello, con motivo de la fiesta de la Natividad de la Virgen, que se celebra el día 8 de septiembre.
El pueblo con Valme
En el traslado a Las Carmelitas, en el que Valme fue llevada en volandas por el pueblo, se rememoró el antiguo recorrido que tomaba cada tercer domingo de octubre en las romerías de antaño. Tras bajar por Santa María Magdalena y Botica, buscó la Venta de las Palmas por la calle Lope de Vega, o La Cañá, como se le conoce entre los nazarenos de pro. El centro se había engalanado para recibir a su Protectora que, ya entrada la noche, se fue adentrando en la barriada de Las Infantas con Las Carmelitas como destino.
Antes de su llegada, las puertas de la pequeña capilla del monasterio ya estaba tomada literalmente por numeroso público que ansiaba vivir lo que momentos después iba a pasar allí dentro. Una gran masa de público que dificultó el acceso de las andas de la Virgen por el interior del patio. Pero, Valme se abrió paso entre el pueblo y se adentró en la capilla donde ya la esperaba su madre, la señora Santa Ana en la zona de clausura. Las monjas la recibieron entonando el Himno de la Virgen de Valme y fueron las encargadas de portar a la Imagen en el altar habilitado para la ocasión, junto a la Santa, mientras el alcalde, Francisco Rodríguez García, en un rincón de la capilla, no perdía detalle de lo que allí pasaba, acompañado por integrantes de su equipo de gobierno.
Misa y traslado
El sábado, día 9, a las 20:00 horas, en el exterior del Monasterio de San José, solemne misa presidida por José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, ante las sagradas imágenes de Santa Ana y Nuestra Señora de Valme. A su término, regresarán de forma conjunta a la Parroquia de Santa María Magdalena una vez finalizada la Eucaristía (en torno a las 21:30). Itinerario: Fernando Quiñones, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Garcilaso de la Vega, Las Cruces, Avda. de España, Puente, Avda. de Sevilla, Botica, Lope de Vega, Aníbal González, Santa María Magdalena, Melliza, Cervantes, San Luis, Ntra. Sra. de Valme y Plaza de la Constitución al templo.