El Colegio Orippo lleva seis años inmerso en el trabajo mediante el proyecto de Comunidades de Aprendizaje, que busca las interacciones y la participación de la comunidad. El objetivo, en palabras de su director, Víctor Pascual, es “involucrar a la familia, que el alumnado venga motivado al centro, evitando el absentismo escolar y que desarrolle al máximo sus capacidades”.
En la línea de estas Comunidades de Aprendizaje, se han ido poniendo en marcha cuatro aulas temáticas en el centro: Aula de meditación, de Música, Biblioteca y Aula del Futuro. Lo primero en echar a andar fue un espacio de yoga, relajación y mindfulness, “donde nuestro alumnado tenga la posibilidad de experimentar y sentir una escuela que le escucha, le da un espacio para desconectar cuando lo necesita y le ofrece un lugar para la meditación y la mediación en el colegio”.
Tras el parón del Covid, se creó un aula de música, “apostando por la incorporación del flamenco como base de la cultura del barrio y puente que acerque al alumnado a otras manifestaciones y estilos musicales, además de fuente de enriquecimiento personal”. Por ello, siempre a través de subvenciones y del AMPA Papiro, se colocó un espejo y un tablao y se compró un piano. Por lo que este espacio, apunta Víctor, “da mucho juego entre los chicos y chicas”.
Biblioteca y aula del futuro
El siguiente paso fue transformar la biblioteca del centro “para convertirla en un espacio más atractivo y dinámico que invite a su uso, donde se puedan encontrar elementos y propuestas motivadoras que permita el acercamiento al mundo de la lectura”. Para ello se apostó por un espacio más diáfano, con nuevo mobiliario, suelo de madera y renovación de colecciones literarias para trabajar las tertulias dialógicas.
La última aula temática que se ha puesto en marcha, aunque es un proyecto de hace tres años, ha sido el Aula del Futuro. En ella, “se trabajan muchas competencias clave desde el punto de vista lúdico, pero haciendo uso de recursos tecnológicos”. Según explica Mª Luz Dorronzoro, coordinadora de TDE (Transformación Digital Educativa), el trabajo en esta aula “se divide por zonas, con una metodología activa y cooperativa, lo que favorece el trabajo en equipo y que el alumnado se ayude”. Además, “se respetan los ritmos de aprendizajes de los niños y niñas, por lo que es más inclusivo”.
Un colegio que sueña
Además de estas cuatro aulas temáticas, el Colegio Orippo fomenta la convivencia con toda la comunidad educativa. Cada año, explica el director, dentro de las Comunidades de Aprendizaje, “el profesorado, alumnado y familias sueñan con el colegio que quieren y se intentan hacer realidad los sueños”. En este sentido, se instalaron redes en las porterías de fútbol, se disfrutó de un día de piscina en el Club David Rivas y se han organizado algunas salidas, como al Zoo de Jerez y al Castillo de las Guardas. Este año, añade Víctor, “por primera se ha organizado un campamento en Hornachuelos, siendo la primera vez que duermen fuera de casa”.