Manuel Sánchez Velasco se acaba de graduar en Historia por la Universidad de Sevilla y lo ha hecho con una media de 9,8 y atesorando 32 matrículas de honor de 40 asignaturas y el Trabajo de Fin de Grado. Unos resultados con los que no puede estar más satisfecho, ya que “mi objetivo en la carrera era seguir sacando buenas notas, notables o sobresalientes, pero no me creo lo que he conseguido”
Este joven nazareno, vecino de La Motilla, siempre ha sido un alumno de sobresaliente, que se formó en el Colegio Antonio Gala y en el IES Vistazul, donde comenzó a atesorar un bagaje formativo importante y a profundizar en su pasión por la lectura.
De Derecho a Historia
Con las matemáticas como punto débil, su carrera iba a estar enfocada al ámbito de las Humanidades. Aunque reconoce que comenzó a estudiar Derecho, “porque era una carrera más sólida o con más salida”, en el fondo “me tiraba más la historia desde niño”. Por ello, decidió hacer el cambio de carrera, ya que, “para conseguir estos resultados, además de dedicarle mucho tiempo y trabajo a los estudios, te tiene que gustar”. Y en Derecho, “aunque sacaba buenas notas, me faltaba ese incentivo”.
Se considera un amante de todos los periodos históricos, pero, finalmente, Manuel ha terminado especializándose en historia contemporánea. Este estudiante de Dos Hermanas quiere hacer un máster y el doctorado con la idea de “trabajar en la Universidad de Sevilla como docente o investigador”.
Para llegar hasta aquí, Manuel Sánchez Velasco reconoce que “siempre he tenido buenos docentes que me han motivado tanto en mi etapa educativa en Dos Hermanas, en el Antonio Gala y el Vistazul, como en la universidad”.
9,8 es la nota media
obtenida al finalizar el grado de Historia en la Universidad de Sevilla.
La importancia de la vida social
Además, para este chico es muy importante tener vida social, ya que, sin ella, “no podría estudiar”, desmontando el mito de que los estudiantes que sacan estas notas no salen de casa. A Manuel le gusta salir con sus amigos, además de otras aficiones, ya que se confiesa un amante del fútbol, de devoción bética”.
Por ello, a los chicos y chicas que el próximo curso afrontan su entrada en la etapa universitaria les anima a “estudiar lo que les guste” y a no darle excesiva importancia a la Selectividad, puesto que, “en mi caso, no me salió como yo esperaba y suspendí matemáticas, porque no tuve un buen día, pero no hay que desanimarse”.