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Tenía 35 años cuando se coronó a la Virgen de Valme durante su mandato como hermano mayor y, a sus 85 años, Manolo Moreno va a revivir ese momento con motivo del 50 Aniversario de la coronación canónica en junio de 1973.  Vinculado a la Hermandad de Valme desde que nació, ya que su padre era secretario de la junta de gobierno, se hizo hermano con 9 años y con 17 entró en una primera junta como vocal, ostentando posteriormente el cargo de secretario. Sería en el año 1967 cuando se convirtió en hermano mayor, siendo el primero que fue elegido con el voto de sus hermanos. Cargo que ostentó hasta el año 1976.

Primeros pasos de la coronación

Como era una idea que venía rondando por la hermandad desde hacía años, “la primera reunión que presidí en enero de 1968 como hermano mayor ya planteé el tema de la coronación, aunque no comenzó a tomar forma hasta 1970”. Lo primero que se hizo, recuerda, “fue informarnos bien de los pasos que había que dar para poner en marcha el expediente de una coronación canónica, reuniéndonos con Salvador Quinta, hermano mayor de Consolación de Utrera”.

A partir de ahí, comenzó a moverse por los estamentos sociales de la ciudad, “con una buena acogida por el párroco de Santa María Magdalena,  José María Ballesteros Bornes, y el alcalde de Dos Hermanas, Antonio Muñoz Rivero”. Además, recuerda, Manolo, “se trasladó a los hermanos mayores de todas las hermandades, empezando por José Caro Romero, de Santo Entierro”. Como, apunta, “todos los pasos que dábamos la junta no eran secretos, pronto se corrió la voz en el pueblo, por lo que se le hizo partícipe desde el principio y se volcó antes de pedir su colaboración”.

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El hermano mayor,  junto con el párroco y el alcalde, visitaron al cardenal Bueno Monrreal, que también vio con buenos ojos la propuesta, insistiendo en que “se coronaría a la Virgen si el pueblo así lo quería” y, claro, que quiso. La hermandad puso en marcha una serie de iniciativas, como En cada hogar, un hermano de Valme, para ampliar su nómina de hermanos, y una comisión de mujeres realizó una cuestación de oro casa por casa para hacer la corona. Bajo el lema de Oro para tu corona, recuerda Manuel, “cada casa aportaba pendientes o cadenas, logrando una buena respuesta”. Además, se recogieron 14.000 firmas, que se aportaron al expediente que se mandó al Vaticano en julio de 1971 con “la historia de de la hermandad y los méritos de la advocación de Valme para ser coronada, además de la adhesión de todos los estamentos del municipio”. Varios meses después, se recibió el Breve Pontificio que autorizaba que la Virgen fuera coronada.

Preparación de una coronación

A partir de ahí, la Hermandad de Valme contó con año y medio para organizarlo todo. Para lograrlo, se reforzó la junta directiva “con comisiones de diferente índole para trabajar en equipos, ya que, si no, hubiese sido imposible”. Además, recuerda el ex hermano mayor, “se pidió la implicación de todas las hermandades, que aportaron personal para colaborar en la organización”. Por lo que, puntualiza Moreno, “fue una organización compartida por todo el pueblo”.

Aunque la organización, recuerda Manolo Moreno, aunque nunca se manifestó al respecto, estuvo marcada por algunos problemas de índole político y religioso. Con el alcalde de la época, Antonio Muñoz Rivero, por discrepancias en la organización, y con la curia religiosa por la elección de Carrero Blanco y su esposa como padrinos de la coronación, tras la renuncia de los por entonces Príncipes de Asturia, Juan Carlos y Sofia, que aceptaron los títulos de hermano mayor y camarera honorarios. “Nadie se enteró de todo esto porque no quería que estuviesen a disgusto en un día tan importante”, explica.

manolo moreno

Día de la Coronación

Cuando se le pregunta a Manolo Moreno por el 23 de junio de 1973 lo define, sin dudar, “como un día hermosísimo, con las calles del pueblo arregladas, aunque la apoteosis llegó por la noche con la procesión de la Virgen tras ser coronada”. Previamente, el almirante Carrero Blanco, nombrado presidente 15 días antes,  y su esposa, fueron recibidos en la puerta del Ayuntamiento por la corporación municipal y el hermano mayor de Valme los acompañó hasta la puerta de la Parroquia de Santa María Magdalena, donde saludaron a los integrantes de la junta de gobierno. Anteriormente, recuerda Manolo, “se habían recibido a las hermandades que fueron invitadas a la coronación y acudieron, como Consolación de Utrera, Amargura, Pasión, Gran Poder y Macarena de Sevilla, las del Rocío de Triana y El Salvador, la de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda y la Asunción y Divina Pastora de Cantillana, entre otras”.

Uno de los momentos más hermosos de este día para el hermano mayor fue cuando “junto con el cardenal y el párroco nos subimos al paso para coronar a la Virgen en la Plaza del Arenal”. Como anécdota, recuerda Moreno entre risas,  “el tornillo, una tiara pontificia de oro, se me olvidó en casa, por lo que hubo que ajustar la corona con un alambre”. Aquello, añade, “fue un momento soñado, ya que lo tenía en la cabeza de tantas veces como se había pedido y, si me animé a hacerlo, fue por contar con el apoyo del pueblo”.

Por ello, durante la procesión, “se respiraba la alegría de la gente, convirtiéndose en el día más grande que ha tenido Dos Hermanas en su historia hasta la fecha”.  En su 50 aniversario, Manolo Moreno solo espera que el próximo día 24 de junio “supere en brillantez a todo lo que se hizo en aquella fecha y estoy seguro que así se hará, ya que ahora se cuenta con más medios a los que nosotros teníamos”. Aunque, sentencia, “con la coronación se produjo la explosión y expansión de la devoción a Valme”.

manolo moreno
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