La nueva Agrupación Musical Cautivo Dos Hermanas ha presentado su escudo corporativo en un acto que ha tenido lugar en la Parroquia de Ntra. Sra. del Rocío. Ha sido su director, David Pavón Rubio, la persona encargada de darlo a conocer a todo el público asistente. Una obra realizada por Juan María Ramírez Gutiérrez, que no pudo estar en la presentación por temas personales.
El escudo corporativo, explicó el director, «se identifica por su forma circular, levemente achatada en su parte superior, estando timbrada por la Corona Real«. En el centro «se plasma la Cruz Trinitaria e, íntimamente entrelazada a la cruz, se incorpora el ancla que para el cristiano es un símbolo que evita el naufragio espiritual». El Ancla, a su vez, prosigue David, «se funde en una nota musical, la clave de sol, que ata como buen nudo y asegura aún más la unidad de los signos y el nombre de la agrupación, queriendo así reflejar que la música es la llave, el eslabón aglutinador de este proyecto para Gloria de Dios y de las almas».
El fondo circular es de color blanco ,«símbolo de paz, pureza, perfección, creatividad, tan alusivo a la par con el hábito de la Hermandad de Cautivo, abriendo un campo luminoso que resalta el resto de los elementos que están sobre él», aclara. Todo el contorno de este campo blanco está bordeado por una banda circular plana cerrada, levemente achatada en su parte superior, casi imperceptible, «cuyo significado expresa eternidad, estabilidad y plenitud«. Enmarcado el mismo por dos bandas perimetrales doradas, una interna y otra externa quedando un espacio de fondo verde, color definitorio de la Esperanza. Sobre este campo se representa la nomenclatura que define a la entidad Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo, que van en color dorado «como signo de prestigio, honor, éxito, esplendor y divinidad». El texto se inicia en la parte superior izquierda, concluyendo en el lugar opuesto en su parte derecha, dejando un espacio que une el texto con elementos decorativos a base de roleos y cintas.
Otros elementos del escudo corporativo
Se remata el perímetro exterior de la banda circular que ostenta el nombre de la agrupación, con la mitad del arco exterior del Toisón del que pende el Vellocino de Oro, refiriéndonos así a la piel de carnero, que Jasón y los argonautas buscaban en sus viajes, cuyo significado proviene del hecho de que quien posea el vellocino de oro, era quien ostentaba el poder. Por tanto, es símbolo de realeza, pues esta insigne Orden de Caballería del Toisón de Oro es una de las más prestigiosas de Europa, muy ligada a las coronas de Austria y España.
Los eslabones del collar del gran maestre tienen la letra B, en referencia a la Casa de Borgoña y entre estos está la llama, símbolo de Prometeo o Gedeón, Juez que solicitó a Dios su favor dejando caer gotas de rocío sobre la piel de cordero antes de la batalla. Estas gotas también se relacionan con la pureza de la Virgen, por ello el centro de la llama está representado con un engarce polilobulado de color celeste. Partiendo de este, está la llama que representa el fuego en la orden, siendo San Andrés su patrón.
Finalmente, todo el conjunto lo timbra la Corona Real, símbolo de soberanía, realeza, honor, autorizad, dignidad, y como signo del título y elemento del escudo de la hermandad. El director de la formación explica que «se ha optado por esta corona, al ser la identificada heráldicamente como la propia del Reino de España unificado.
Así pues, este grupo se conforma «para combinar el arte de los sonidos, la música, y a través de ella dar gloria a Dios y a Santa María, acercando a las almas a su liberación de las mundanidades y la elevación del espíritu desde las advocaciones de Jesús Cautivo y María Santísima de la Esperanza«. Además, sentencia, de «fomentar las virtudes cristianas y la fraternidad entre las personas, ya que es una escuela que potencia el aprendizaje y la memoria. Usando este lenguaje musical que fomenta las buenas emociones y puede expresar todo tipo de sentimientos, dando felicidad a quien la interpreta y a quien la escucha».