«La diferencia entre el truco y la magia es que, una vez descubierto el truco, ya nadie pedirá que se repita porque es todo ya mentira. Sin embargo, cuando se tiene la dicha de dar a la magia descubrimiento ya nadie podrá dejar de quererla porque no habrá nada que sea una verdad más grande«. Así comenzaba el humorista Manu Sánchez su Pregón de Reyes este domingo, día 18, en el teatro municipal.
Un pregón con sabor a tradición, pueblo y a casa, con muchas dosis de humor, pero en el que Manu contó cómo descubrió la magia de los Reyes Magos, en una disertación muy localista, con referencias constantes a su ciudad. A su infancia en los Pisos de Chocolate, al roscón de nata de San Rafael, «que otro no hay», a los comercios de toda la vida, La Aurora o Alvarito, así como a sus tres reinos de Dos Hermanas: Paquino, Catalino y Ábaco.
Además de ser un pregón original y único, como el momento de saludo inicial, en el que el pregonero empezó con su familia, con su hijo Manuel, su queridísima Lorena, «amor de mi vida y máxima autoridad civil y militar», su querida y amada Loli, «mi madre, máxima autoridad municipal, sanitaria y religiosa», además del reston de «familia de sangre, palabra, pensamiento, obra y calle Patomás, manchoneros y manchoneras». Para seguir con las autoridades, representantes de la asociación Estrella de la Ilusión y todas las personas vinculadas con la organización de una cabalgata. Con especial mención a los «padres y madres arrimadores de caramelos, al inventor de las bolsas de plásticos para ponerlas en los zapatos y no tener pegajosas las suelas y hasta para los curiosos y curiosas, los criticones y las criticonas».
Dejando fuera del saludo, a conciencia, «a los que dudan a dia de hoy del alcance todopoderoso de Melchor, Gaspar y Baltasar; a los que «abren los paraguas boca abajo en la cabalgata para acaparar más, yendo en contra del espíritu de sus majestades»; a «los impertinentes que gritan a los reyes con el nombre de algún famoso; a los que adelantan los regalos para disfrutar mas de ellos o a los que piden como si no hubiese mas niños. Pero, sobre todo, «como pregonero y persona con gafas a «los niños y niñas que tiran los caramelitos a dar con mala leche«. Para ellos, Manu solo pidió «que no les falte carbón en sus vidas y que Dios les premie con dioptrías».
La magia de los Reyes
Fue con una edad en la que la duda vuela, con nueve años, cuando se convirtió en un niño para siempre, descubrió la magia de los Reyes Magos, la verdad original, cuando descubrió que cada regalo de los últimos años era más importante, ya que «no había sido fruto de poderes sobrenatureles, sino del amor, del trabajo, del esfuerzo, de las horas, del tiempo y del sacrificio«. Por ello, en uno de los momentos más emotivos del pregón, pidió perdón a Melchor, Gaspar y Baltasar, ya que «ahora me doy cuenta de que tengo las joyas que jamás fui consciente tener, ahora tengo regalos que me los trajo mi abuela y no tendré carta suficiente para agradeceros el acto de amor jamás soñado». Por lo que lo descubrió todo, ya que «no había más magia más grande ni verdad más verdadera, ni amor más infinito que el que me daba mi abuela».
Por lo que, añadió, «¿quien necesita corona, teniendo todos tareas, la de cubrir la leyenda de estos tres sabios viejitos, la comunidad, la gente, el pueblo y la familia, todos unidos por la ilusión de los niños, maquillando la miseria y disfrazando la fatiga?». Así que hay que disfrutar de los Reyes Magos como lo que son, «todo lo contrario a una gran mentira que retrasar a los inocentes, sino la gran ilusión, la magia de ver cómo por un día los unos piensan en los otros, siendo los únicos de conseguir el espejismo de que la humanidad esté a la altura de que lo es«. Y nunca perderán fuelle, sobre todo, «ahora que tengo claro que mi gente son los reyes».
La mejor forma de que los niños y niñas sigan creyendo en los Reyes Magos es que «papá y mamá tengan trabajo y puedan mandar las cartas con la tranquilidad de que sus majestades cumplirán sin problema».
Petición muy especial
Las primeras líneas del pregón de «este humilde payaso» fueron dirigidas a Rafael C. López Muñoz, el que lo presentó ante su pueblo, entendiéndose éste «desde el Palmarillo hasta el mesón La Gamba», la persona que «me conoce desde más tiempo, más cerca y más adentro». Y, como los Reyes no siempre «son capaces de mirar sin despistarse y nadie dijo que fuesen infalibles», le pidió que siendo sabios, rectificasen para «diluir el carbón de aquel amargo Día de Reyes», en el que «despedía entre dolor y pésame, con pies de caramelo, a su hermana Blanca».
Por lo que, afirmó, «no hay forma más eficiente de demostrar que nos mirais sin descanso para aspirar a la justicia del desempeño de vuestra labor, que «tenerlo a él entre sus favoritos… Es mi ratón, profundo y culto, cuidármelo».
Y es que el pregonero iba dando una de cal y de arena, navegando entre la emoción y el humor, no faltando, por supuesto, su vertiente más crítica. Como dejó patente cuando se atrevió desde su atril a pedir elecciones para elegir a los Reyes, «magos, por su puesto», no desaprovechando la ocasión para lanzar sus ya tradicionales dardos envenenados de humor a la monarquía. Ya que, afirmó, «verás que chasco se van a llevar esas dos infantas cuando se den cuenta que su madre presentaba el parte y no es una reina de verdad; que tienen una tía que «todavía cree en el Ratoncito Pérez» y otra que «se queda los regalos de otros niños… ¡¡Urdangarín!!, que te están viendo los Reyes».
Además, en su opinión de que tres reyes son pocos para tanto menester, se inspiró en la tradición armenia, con 12, para pedir un rey más. Esi sí, sin llegar a los 60 de la tradición copta, ya que, «la cabalgata de Dos Hermanas, si se quisiese recoger la noche del 5 de enero, tendría que salir el lunes posterior de Valme». Y es que Manu no daba puntada sin hilo, basándose siempre en escritos o textos que hacen refrencia a esta tradición, como el Evangelio de San Mateo, o leyendas, como la que habla de un cuarto rey mago, Artabán, que salió al encuentro de los otros, pero que nunca llegó a unirse a la expedición, ya que fue arrestado por pagar con una de sus piedras preciosas para que no matasen a un niño por la famosa orden de Herodes.
Y, como no podía ser de otra forma, hasta Valme, en pleno Año Jubilar por el 50 aniversario de su coronación, tuvo una aparición estelar en el pregón de Manu Sánchez. Fue la responsable, según el pregonero, de que los tres Reyes Magos, enviados por Herodes para investigar sobre el nacimiento del Niño Jesús, no regresaran a su lugar de origen. Fue la aparición de «una dama de rostro pequeño y que solo habla con reyes», la que los animó en sueño a tomar una ruta alternativa por las calles Alcoba, Patomás, Francesa, Pachico o las plazas del Arenal o Los Jardines.
Original credo del pregonero
Antes de finalizar, el pregonero exclamó un original credo, un creo en el poder de Dos Hermanas, de «las gordales, machacás, aliñás, partías y en salmuera», las rotondas partías por el medio y la resurrección de los muertos con desayunos en El Moli». Además de creer en la «la solidaridad, al comunidad, en la fuerza de la sociedad civil, nuestro tejido asociativo, vecinal y nuestras hermandades». Así como «en la ciencia, la literatura, las matemáticas y el poder de los números para demostrar certezas y consolidar verdades, mientras desmontan imposibles y destruyen mentiras».
Y «creo este año más que nunca en el arte de mi tierra, en la mirada de tu cartel y en el cante de mi ‘negro’, y creo que entre Belén y Dos Hermanas, me quedo con Dos Hermanas porque en Belén no existían las universidades, sino que eran los padres».
Y vuelta a empezar, culminando su pregón con los mismos párrafos con los que empezó todo: «Bienaventurados los corazones puros porque solo ellos recibirán la magia de los sabios como presente. Afortunadas las almas niñas porque solo ellas gozarán por siempre de la original verdad. Unjidos quienes sigan a los tres hombres cultos de oriente porque el saber los hará libres. Salvados los que saben y creen porque solo ellos nos enseñan que creer es querer y querer es creer. Adorados los monarcas sin más reino que la entrega, la generosidad y el conocimiento porque serán los que nos coronen de cultura, futuro y pueblo».
Y, cómo no, «bienaventurado tú, hijo mío, ten los ojos muy abiertos, guarda un bonito y certero recuerdo, revívelo un millón de veces y cuéntaselo a tu hermanita, cuando llegue tras los Reyes. Que solo pido un regalo para un año entero: que venga todo muy bien, y seguro que lo conceden porque hoy de sus majestades fue su papá el pregonero«.
Proclamación de los personajes
Durante este acto, la presidenta de la Asociación Estrella de la Ilusión, Rosario Sánchez Jiménez, procedió a proclamar a los personajes de la cabalgata. La Estrella de la Ilusión será Rocío Zamora Sánchez; el Cartero Real, Mariano Díaz Noguero; el Rey Melchor, Francisco Oliva Blázquez; Rey Gaspa, Gabriel Pérez Alcalá; y Rey Baltasar, Manuel Lombo. En el acto cantó varios villancicos el coro del colegio de Nuestra Señora de la Compasión.