Manuel Lombo volvió a cantar a la gente de su pueblo

«Queridísima familia, amigos y amada ciudad de Dos Hermanas. Hoy he venido a cantar a la gente de mi pueblo». Con estas palabras se dirigía Manuel Lombo al público que este viernes noche lo esperaba en el auditorio municipal para disfrutar con el concierto presentación de su disco Lombo y Aparte. Unas 2.300 personas que le arroparon en un concierto de unas dos horas de duración, estructurado en dos partes, marcadas por un pequeño descanso y el cambio de vestuario del artista nazareno. Manuel salió al escenario del auditorio de negro riguroso, optando por el blanco para el segundo tramo del espectáculo.

Alli estaban sus incondicionales, su gente de siempre, la que siempre le arropa, ya que, como él mismo explicó, «subirme a este escenario es como darle una patada al tiempo y recordar mi etapa en el Colegio de la Compasión o en el Grupo de Danzas Ciudad de Dos Hermanas«. Ahí se sembró la semilla del artista que Manuel Lombo es hoy y una de sus impulsoras, Ana Trujillo, directora del coro del colegio, no podía perderse esta cita. Tampoco se lo perdió el actual director de ABC Sevilla, el periodista nazareno Alberto García Reyes, amigo del cantante al que le dedicó un tema, «el menos flamenco de mi repertorio», en alusión a la pasión de Alberto por ese género. O la delegada de Cultura y Fiestas, Rosario Sánchez Jiménez, para la que tuvo palabras de agradecimiento por «el apoyo que siempre he tenido por parte del Ayuntamiento durante mi carrera, ya que todos mis espectáculos se han estrenado en mi ciudad».

Las canciones que más escucha Manuel Lombo

Durante las dos horas de concierto, Lombo fue interpretando una «mezcla de canciones sin sentido«, como él las definía, «de artistas que he oído siempre«. Con Cuando salgo al escenario abrió y cerró un concierto, en el que sonaron canciones como Amor de Rosa y miel, Toda la noche oliendo a ti u Otro ocupa mi lugar.

Además de cantar algunos de los duetos que se incluyen en el disco, para lo que contó con la presencia de algunos artistas invitados. Con la sanluqueña, Gala Évora, ex componente de Papá Levante, que apareció en escena con un elegantísimo traje blanco con cola, cantó Tengo un amor. Mientras que con las nazarenas Lola y Rocío Avilés, que encandilaron nuevamente al público nazareno, hizo doblete: Rompimos, tema del que se acababa de estrenar el videoclip, y Hoy tengo ganas de ti.

Cariñoso aplauso del público el que recibió el cantante Pepe Roca, componente de Alameda, que cantó con Manuel su tema Aires de la Alameda. Mientras que Argentina robó una gran ovación de los presentes cuando interpretó con el nazareno todo un clásico de Carlos Cano, María la Portuguesa.

Pero en esta cita musical estuvo muy presente la esencia, el estilo y la música de Bambino, al que Manuel Lombo rinde homenaje en otro de sus discos. El nazareno se ha mimetizado con el artista utrerano y se ha convertido como en su reencarnación sobre el escenario, pasando de cantar baladas desgarradoras, bien con música de orquesta o con el intimista sonar de un piano, a bailar por rumba para delirio de sus seguidores, cantando su archiconocido tema No me des guerra, con el que Manuel recibió una de las grandes ovaciones de la noche. Y es que cuando Lombo se mueve en el escenario hipnotiza al público con esos movimientos tan elegantes y estilizados de sus brazos, que se crecen y estiran hacia al cielo, combinándolos con su también ya característico meneo de flequillo, como remarcando las estrofas y que también recuerda mucho a Bambino.

Antes de terminar, Manuel volvió a dirigirse al público, deseando que «hayais captado el sentimiento que le he puesto a este concierto, ya que venía dispuesto a darlo todo porque el sitio lo merece». Por eso, no podía irse de Dos Hermanas sin su Silencio por un torero y sin, por supuesto, acercarse a su público. Para ello, no dudó en bajarse del escenario, saltar la valla de seguridad y, sin micro, a pelo, mezclarse con su gente y cantar aquello de «Y Sevilla, enloquecida, repetía a voz en grito: «¡Pa que quiero mi alegría, pa que quiero mi alegría, si se ha muerto Joselito!»». Y el público enloqueció con él.