La quinteña Carolina Robles ha cumplido su sueño de ser atleta olímpica, después de 23 años de dedicación al atletismo. Lo hará tras su clasificación como la 36 mejor atleta del mundo, estrenándose como absoluta internacional.
Después de verle muy emocionada anunciando que era olímpica en redes sociales, ¿Ya más asimilado?
Estoy en proceso porque hasta que no llegue a Tokio no se termina de creer. Además, aún falta tiempo y me tengo que cuidar, llegar en forma, no lesionarme.
¿Cuándo se marcha para Tokio?
De momento no nos han comunicado nada, pero se especula que los atletas nos vamos el 23 de julio, por lo que creo que me pierdo la ceremonia de inauguración. Yo compito el 1 de agosto.
Con los pies ya en la tierra, ¿Cuáles han sido esas primeras sensaciones de Carolina Robles?
Lo que se siente es un alivio supremo porque estuve muchos días dándole vuelta a la cabeza sobre si lo conseguiría o no. Al final me clasifiqué y me ha sobrado puntuación, por lo que estos 23 años corriendo han tenido su recompensa de poder cumplir mi sueño. Ya me puedo morir tranquila.
¿Ir a unos Juegos Olímpicos es lo máximo para un deportista?
Sí, es lo máximo, porque son cada cuatro años y lo dificulta mucho ya que te puede pasar de todo en ese tiempo. Y aunque el nivel puede ser similar al de los mundiales, acceder a unos juegos es más complicado, sobre todo este año, que han cambiado el sistema de clasificación y era mucho más difícil.
¿Cómo surgió esta aventura de competir corriendo para Carolina Robles?
Todo viene porque me mudé con siete años a Montequinto y en el Colegio Bécquer me hice amiga de una niña que hacía atletismo y me apunté. Entré por diversión y, aunque me gustaba el fútbol, no conocía a nadie y opté por correr. Recuerdo años maravillosos de jugar al atletismo, aunque me gustaba competir y destacaba desde pequeña. El destino está escrito.
“23 años corriendo han tenido su recompensa y he cumplido mi sueño de ser olímpica»
¿Cuándo fue consciente Carolina Robles de que podía ganar competiciones?
Destaqué pronto y al año ya ganaba las carreras populares de Sevilla y hasta superaba a los chicos. Con 10 ó 11 años, cuando ya eres más consciente, no sabes si vas a llegar, pero te marcas objetivos. Ahí comencé a ganar campeonatos de España y sabía que podía ser posible unos Juegos Olímpicos pero con mucho esfuerzo.
¿Cómo se prepara una atleta para ir a unos Juegos Olímpicos?
Tienes la sensación de estar siempre corriendo, porque además soy entrenadora. Aunque desde hace un par de años descanso bastante, porque para ser profesional hay que entrenar y también descansar, además de ir al fisio y comer mejor. De todas formas entreno los siete días de la semana, incluso dos días también por la tarde. Con los objetivos que tienes en mente, todo lo que haces te parece poco.
¿Qué balance hace de la temporada que termina?
Ha sido una temporada muy larga, ya que comenzó cuando salimos del confinamiento. He logrado un buen nivel, mejorando mi marca en todas las pruebas. Me llevo que he bajado de los nueve minutos en los 3.000 metros lisos, siendo la octava española de todos los tiempos. Además, en invierno me quedé cuarta en 3.000 lisos, a pesar de ir con la mejor marca, pero en el de España al aire libre fui segunda en 3.000 obstáculos.
¿Con qué objetivos va a los JJ.OO.?
Algún objetivo tienes que tener. Yo me he clasificado la 36 del mundo y me vendría satisfecha si mejorase esa posición. Volvería contentísima si, además, hago marca personal, pero allí con la humedad y que corro a las 9:30, una hora muy mala para las marcas, no sé si es posible. Y si me meto en la final, alucinaría, pero es muy complicado, porque serán las 15 mejores atletas del mundo.
¿Qué presencia va a tener Dos Hermanas en Tokio?
Yo tendré a mi pueblo siempre presente, pero no me he podido pasar por la Delegación de Deportes, aunque he recibido el apoyo de ellos. Cuando llegue de Tokio me pasaré y aprovecharé para promocionar el atletismo por mi barrio.
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