Desde hace unos meses se está gestando en la ciudad un movimiento social para una puesta en valor a las asociaciones culturales-juveniles que se crearon en Dos Hermanas en la década de los años 70. Detrás de esta iniciativa se encuentra Antonio Alcántara, integrante de esos movimientos, motivado, según él mismo explica, «tras leer un artículo publicado en la Revista Cultural de 2020 sobre una asociación de la época y al descubrir la nula información que había sobre estas entidades en Internet». Por ello, añade, «me atrajo la idea de rebuscar porque fue un movimiento y una época que marcó a muchas personas que se han involucrado en el activismo cultural hasta la actualidad».
Antonio comenzó a contactar con personas que vivieron esas asociaciones y se creó un grupo de Facebook y de Whatsapp para dar a conocer el proyecto y compartir fotos y documentos de la época. Entre esa gente se encuentra Curro Díaz, quien se está encargando de organizar una exposición que les gustaría presentar próximamente en el Centro Cultural La Almona.
La muestra, explica Curro, «recogería mucha documentación de la época y las fotografías que vayamos recopilando, además de incluir algunas de las obras que formaron parte de las exposiciones que se organizaron en los 70″. Así como libros o revistas que leían o la música que escuchaban, además de las luchas obreras en las que se implicaron.
Un libro para la puesta en valor de estos colectivos
Asimismo, para la puesta en valor de estos colectivos, el historiador Manuel Tamajón está trabajando en un libro que también verá la luz al amparo de este proyecto, aprovechando «toda la documentación que existen de estos colectivos culturales y juveniles«. Una publicación, explica Manuel, en la que «también se contemplan entrevistas con personas que formaron parte de esas asociaciones para que ofrezcan su testimonio».
Lo que se pretende, afirma el historiador, «es mostrar el proceso de socialización de la juventud nazarena antes de la llegada de la Democracia. Un colectivo en ebullición que necesitaba expresarse, después de haber vivido 40 años encerrados». Por lo que es una forma, prosigue, «de dar voz a las distintas formas en las que se manifestaron, rompiendo con las cadenas de la Dictadura».
La idea también pasa por contextualizar estas entidades en movimientos similares en el ámbito nacional e internacional, así como «tender un puente con la juventud actual y con las actividades culturales del presente».
Asociaciones de los 70
La mayoría de estas asociaciones juveniles/culturales surgen en los años 74-75 y desaparecen en 1979 con la llegada de los primeros ayuntamientos democráticos. Se habla de colectivos como Orippo, Hartal, Lienco, Peña Cultural Valme, Centro Cultural Fuente del Rey o la Casa de la Juventud. Además del Cine Club Dos Hermanas o la asociación El Mirlo Blanco.
Pero, en esta indagación, también se ha querido conectar con los antecedentes y, en este sentido, explica Curro Díaz, en el año 1973 existió en la ciudad «un grupo de artistas nazarenos, impulsado por el pintor José Romero y la artista Irma Rodríguez. Muchos de sus integrantes se incorporaron posteriormente a esas asociaciones de la época».
Unas entidades que, con el primer Ayuntamiento democrático, y la figura de Antonio Rincón, como concejal de Cultura, entraron a formar parte de la comisión local de cultura, que asume las actividades que estos colectivos venían organizando en el municipio.
Pioneros en actividades culturales
Estas entidades fueron las responsables en esos años de organizar la primera Feria del Libro en el año 1976 o los primeros Certámenes de Poesía Orippo (1976 y 1977). Además de organizarse multitud de conciertos, conferencias, exposiciones, proyecciones de películas, charlas-coloquio, semanas culturales, discoforum, actividades teatrales o recitales poéticos, edición de publicaciones u organización de excursiones.