El clásico de Romeo y Julieta de William Shakespeare ha sido representado hasta la saciedad y es complicado innovar u ofrecer una versión distinta o renovada. Pero Teatro Clásico Sevilla lo consigue con la versión del dramaturgo Alfonso Zurro, que el pasado domingo se representó en el Teatro Municipal de Dos Hermanas.
Siempre nos habían contado que la historia de Romeo y Julieta era la historia de amor por antonomasia. Y no es que no sea así, pero TCS incide en este montaje en otro aspecto de la trama, el odio, único causante del trágico desenlace de este efímero romance entre dos jóvenes de la Verona italiana.
La puesta en escena es minimalista y muy dinámica, y un simple muro, el que divide y separa a las personas, contiene toda la escenografía de la obra. Éste se va moviendo de uno a otro lado, incluso dividiéndose, para crear los diferentes espacios escénicos en los que va transcurriendo la trama. Una versión moderna, en la que Zurro ha querido llevar el tradicional enfrentamiento de Montescos y Capuletos al terreno ideológico, al del odio de los dos bandos, los fachas y republicanos, con algunas licencias sobre la obra original, pero que no alteran el sentido original shakespeariano.
En general, buenas interpretaciones sobre el escenario y algunos momentos memorables, como el del baile de disfraces con los juegos de luces y el efecto cámara lenta. Buena apuesta para buena mañana de teatro.