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BSR Vistazul ha vivido un año no apto para corazones tranquilos. Sus vaivenes clasificatorios en la categoría de plata de la Liga Nacional de Baloncesto en Silla de Ruedas han provocado sensaciones extremas a todo los integrantes y aficionados del único representante en la provincia de Sevilla de esta modalidad deportiva.

Como si se tratara de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, los nazarenos han sufrido en 2021 una transformación de una temporada a otra. Una dualidad que le ha llevado del infierno al cielo en una clasificación que tuvo su punto de inflexión a finales de mayo pasado en tierras almerienses.

Hasta ese momento, en este año no apto para sensibles, la andadura de los andaluces por la Primera División durante el curso 2020/2021 era totalmente aciaga. Las consecuencias del Coronavirus habían afectado sobremanera al transcurso normal de la competición.

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Partidos aplazados, disputar dos encuentros el mismo fin de semana para evitar contagios en la medida de lo posible y entrenamientos cancelados por el toque de queda, entre otras cosas, fueron algunas de las circunstancias vividas por los jugadores sevillanos en este tiempo.

De una dinámica negativa a la mutación

El equipo entró en una dinámica negativa de derrotas en la liga regular que le abocó a disputar la fase de descenso. A pesar de estar a punto de conseguirlo no pudo evitar la promoción por no bajar a la Segunda División. Era un choque de todo o nada.

Quién perdiera descendía con lo que eso suponía en el aspecto económico en cuanto a subvenciones públicas de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Dos Hermanas. Con todo en contra surgió la mejor versión de BSR Vistazul. Se salvó en una actuación memorable ante el Cludemi Fundación UD Almería.

Y de repente la mutación. Se pasó de un treinta por ciento de victorias en esa temporada a conseguir un ochenta en la actual con un saldo de cuatro partidos ganados por tan sólo uno perdido hasta el momento.

De luchar por no caer al precipicio a pelear por los puestos de ascenso en la 2021/2022 a la élite de este deporte adaptado en España con una renovada plantilla debido a las distintas ausencias por diferentes motivos que se dieron a con respecto a la pasada.  

A lo largo de la historia de este club el esfuerzo por superar las adversidades de todos sus miembros ha sido la nota predominante y esta vez no iba a ser menos. Por este motivo, “los objetivos se logran a pesar de las dificultades y vaivenes que sufrimos”, aseguran desde su junta directiva.

Tras un año no apto para corazones tranquilos, toda la familia de BSR Vistazul desea que la población, en general, y los amantes del baloncesto en silla de ruedas, en particular, pasen unas felices fiestas y que en 2022 se cumplan sus deseos.

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