La Parroquia de Santa María Magdalena tendrá una Imagen de Santa Ángela de la Cruz. Una talla en cedro que ha realizado el imaginero nazareno Antonio Luis Troya Román y que ha sido una donación anónima al templo. Un detalle con su párroco, Manuel Sánchez de Heredia, que «durante 15 años fue capellán de las Hermanas de la Cruz en Osuna», según nos explica.
La Imagen de Santa Ángela será bendecida el próximo día 21 de junio, a las 11:00 horas, aprovechando la visita del obispo auxiliar de la Archidiócesis, Santiago Gómez Sierra. Lo hará con motivo de la Función Eucarística del XLVII aniversario de la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de Valme. Misa que será retransmitida en streaming en la página de Facebook de la parroquia.
Según ha explicado el párroco, la Imagen de Santa Ángela de la Cruz aún no tiene un sitio definido para su veneración, ya que, «estamos de reformas en varios espacios del templo, como la Capilla de las Ánimas o la que ocupó en su momento la Hermandad del Gran Poder«. Lo que sí está claro es que la devoción a esta Santa que existe en Dos Hermanas ya tendrá un sitio al que acudir a rezarle». Ya que, como comenta Manuel Sánchez de Heredia, «muchas personas de la ciudad van a Sevilla a visitar su tumba, pero otras no pueden desplazarse».
El párroco ha querido resaltar la importancia de tener en la Parroquia de Santa María Magdalena a Santa Ángela de la Cruz por «todo lo que ha supuesto para la historia de la Iglesia debido a su entrega sin condición a los pobres». Por lo que, añade, «es un modelo de santidad para todos».
Detalles de la talla
Según ha explicado su autor, Antonio Luis Troya Román, se trata de una imagen de tamaño natural para vestir, tallada en madera de cedro y policromada al óleo. Sigue la iconografía realista habitual, «retratando sus facciones con gran realismo pero no dejando de lado la idealización de la escultura sacra que hace que el autor la dote de unción divina”. Viste, prosigue, “el severo hábito de su orden, llevándose la mano derecha al pecho y con la izquierda sujeta el crucifijo del rosario”.
La Santa inclina ligeramente su rostro buscando la mirada del devoto, algo que, como su autor indica, “siempre me gusta reflejar, la conexión de la imagen con las personas”. El rostro se muestra en su ancianidad, “con una sonrisa tenue pero dulce, con una expresión afable y bondadosa”, sentencia.