Con tan solo dos películas, la muy interesante Ladybird, y esta Mujercitas, nueva versión del clásico de la literatura del que se acaban de cumplir 150 años, Greta Gerwig se consolida como una de las realizadoras con más potencial (entre ellas y ellos) y cuya carrera conviene seguir muy de cerca. Para esta su nueva película, la directora y guionista vuelve a contar con Saoirse Ronan y Thimotée Chalamet como protagonistas (como parte de un elenco que incluye muchos nombres conocidos, pero donde los que destacan no son precisamente los más populares).
La historia narrada en Mujercitas es de sobras conocida (no en vano se han hecho ya otras cinco versiones cinematográficas sobre las obras semiautobiográficas de Louise May Alcott): Jo, Meg, Amy y Beth son cuatro hermanas adolescentes que tratan de salir adelante al cuidado de su madre, mientras el padre de familia y todo el país se hallan sumidos en plena guerra civil. A la vez que intentan explotar sus inquietudes artísticas, descubrirán el amor y las relaciones familiares y románticas.
Gerwig, a pesar de que este era un proyecto basado en un encargo, se ha apoyado en la profunda pasión que siente por la autora y por la obra, para hacer una película con una fuerza arrolladora y que, en el fondo, guarda parecido con su primera película, al centrarse ambas en el crecimiento de una adolescente que tiene una ambición que no cabe en el entorno en el que les ha tocado vivir.
La Mujercitas de Gerwig es una cinta que va de menos a más, y su fuerza reside (entre otros puntos) en la estructura que la directora le ha otorgado. Acierta al mezclar las dos líneas temporales que ya tenía la historia, comenzando por el final (o casi) para estar constantemente yendo hacia el pasado y hacia el presente, mostrando diversos paralelismos y enriqueciendo así una trama en la que el tema principal es el paso del tiempo. Ambas, además, rodadas con distinta iluminación y tonalidad cromática, pasando de los cálidos y anaranjados del pasado, cuando todo era felicidad, y los fríos, lúgubres y azulados de un presente más sombrío. Ello sin contar con que explota y desarrolla mucho más el profundo enfoque feminista de la obra de Alcott.
Mucho más moderna que cualquier otra adaptación hasta la fecha, Gerwig también homenajea a Alcott de un modo que hasta ahora no se había hecho. La cinta utiliza un toque ciertamente metalingüístico, en el que dudamos (por el modo consciente en el que la directora-guionista nos cuenta la historia) de si estamos ante la historia que cuenta Alcott o la que cuenta Jo en el libro que escribe. Una ficción dentro de otra ficción en la que se cuentan unos hechos reales, que nunca terminamos de identificar del todo.
En el apartado interpretativo, sobre todos los protagonistas de renombre, destaca el trabajo de una inmensa Florence Pugh, que da vida a Amy, el personaje más denostado de las versiones anteriores, y que tiene las frases más demoledoras de toda la película, comiéndose a todos sus compañeros en cada escena en la que aparece. Por contra, tanto Emma Watson como Timothée Chalamet están desaprovechados y por debajo de lo acostumbrado. La banda sonora, aunque sea de un clásico como Alexandre Desplat, satura por su presencia (casi) perpetua.
Greta Gerwig ha creado con Mujercitas una película poliédrica, con una intensidad que va en aumento a medida que el metraje avanza, con alguna que otra escena en exceso melodramática, con un profundo mensaje feminista y una fuerza arrolladora gracias a su estructura, a su escritura, a su autoreferencialidad, y unas interpretaciones (Florence Pugh, recuerden este nombre) en general magníficas.
Estados Unidos, 2019 (134′)
Escrita y dirigida: Greta Gerwig, basado en la novela de Louisa May Alcott.
Producción: Denise di Novi, Amy Pascal, Robin Swicord.
Fotografía: Yorick Le Saux.
Música: Alexandre Desplat.
Montaje: Nick Houy.
Intérpretes: Saoirse Ronan (Jo March), Emma Watson (Meg March), Florence Pugh (Amy March), Eliza Scanlen (Beth March), Laura Dern (Marmee March), Thimotée Chalamet (Theodore ‘Laurie’ Laurence), Tracy Letts (Sr. Dashwood), Bob Odenkirk (Padre March), James Norton (John Brooke), Louis Garrel (Friedrich Bhaer), Jayne Houdyshell (Hannah), Chris Cooper (Sr. Laurence), Meryl Streep (Tía March).