Y me refiero a la Plazoleta de Valme. El lunes de la semana pasada había un buen montón de hojas de periódico debajo de uno de los veladores de una de las terrazas que se encuentra en la plaza. Me pregunté si se trataría de un nuevo reclamo publicitario para la atracción de los clientes. Pero no, finalmente descubrí que los periódicos lo que hacían era tapar la gran mancha que ahora se puede observar, junto con los vestigios de los chorreos del material que se hubiera vertido, no sé si se cayó la marmita de algún guisote o algo parecido.
En cualquier caso, ¿es ésta la imagen que queremos para nuestra plaza?
En algunos otros puntos del centro de nuestro pueblo, las terrazas han venido a ocupar un espacio anteriormente inutilizado, pero en el caso que nos ocupa, la plaza ha tenido siempre un uso vecinal y familiar que ahora sólo se recupera los domingos.
Ancianos que tomaban el sol en los bancos de la plaza, niños que jugaban mientras sus madres charlaban sentadas en esos bancos, todo eso se ha perdido. Los bancos están prácticamente inutilizados. ¿No se debe mantener una distancia mínima entre veladores y elementos del mobiliario urbano, como en otras ciudades españolas, así como dejar un espacio determinado para el paso de peatones? Sé que las terrazas se licencian por un número determinado de veladores, pero ¿no existe un aforo máximo también o puede el empresario situar a ocho personas en un sólo velador, como es el caso del que nos ocupa?
Ojalá algún día recuperemos ese uso familiar que hasta hace unos años tuvo la Plazoleta de Valme, y que sus terrazas respeten las zonas de uso público y cuiden la limpieza de un espacio que es de todos.