Mañana jueves, día 13, a las 20:00 horas, Jesús Barbero presenta en el Centro Cultural La Almona su libro El Versalles de Sevilla. Aspectos políticos y sociales de la Dos Hermanas de la Restauración (1874-1902). Ha sido editado por la asociación cultural La Plazoleta de Valme.
¿Cuánto tiempo le ha llevado la preparación de este nuevo libro sobre la historia de Dos Hermanas?
Me he llevado cuatro años en total. Desde 2014 a 2018, dedicando los dos primeros a la recopilación de toda la información, ya que no hay actas capitulares en el Ayuntamiento de 1817 a 1900 y he tenido que tirar de documentos secundarios. Una labor complicada que he llevado a cabo en archivos municipales y los Archivos Históricos provincial y nacional.
¿Por qué su interés por la historia nazarena del siglo XIX?
Porque no hay nada del último tercio del siglo XIX y, por tanto, es un periodo desconocido. Además, existe la creencia de que Dos Hermanas era un pueblo tranquilo y en el que no pasaba nada. Y no tiene nada que ver, ya que se dieron enfrentamientos de poder y se inició en esa época el movimiento obrero o el anarquismo.
¿Qué personajes históricos más relevantes desfilan por esta publicación?
El libro, en uno de sus apartados, recoge la biografía de personas influyentes para el municipio en ese periodo. Este es el caso de Jesús de Grimarest, que trajo la luz eléctrica a Dos Hermanas, además de ser un personaje polémico y que no dejaba indiferente a nadie. También se hace alusión a Lamarque de Novoa, benefactor del pueblo y responsable de su mejora urbanística, como la Plaza de Abastos. Aunque la política sea el hilo conductor del libro, también se abordan aspectos sociales, culturales o religiosos, ya que, en este caso, no podemos olvidar que fue una época de gran esplendor para las hermandades.
Me gustaría acabar con la idea de que Dos Hermanas no tiene historia
¿Qué mensaje le gustaría que les quedase a los lectores que se acercasen a su libro?
Acabar con la idea de que Dos Hermanas no tiene historia. No es así y sólo hay que investigar y acercarse a las fuentes. La idea es poner la primera piedra para que futuras generaciones sepan dónde buscar, aunque mi trabajo siempre sea revisable.
Como historiador, ¿le motiva más investigar y escribir sobre su ciudad?
Siempre me ha animado más investigar en la historia de Dos Hermanas, aunque parezca que la historia local no esté bien vista. Pero no podemos olvidar que la suma de las visiones locales crea la historia general.
¿Su próximo proyecto por dónde irá?
Estaría bien terminar la historia del siglo XIX, tras escribir también La Villa en Armas (2012), pero ahora estoy centrado en mi doctorado sobre Dos Hermanas.