La historia se repite cada sábado 23 de junio. Cuando esto ocurre, la ciudad de Dos Hermanas se traslada al pueblo de hace 45 años cuando la Virgen de Valme fue coronada canónicamente.
Sus calles se engalanan con banderolas y alfombras decorativas por las calles por las que pasará la Protectora de la ciudad. Hermandades, carreteros, galeristas y vecinos y vecinas en general se afanan por embellecer todos los rincones de su recorrido, creando auténticas obras de arte de la escenografía en la que la figura principal siempre es ella: Valme.
Más de seis horas estuvo la Virgen de Valme en la calle, el pasado sábado, en su salida extraordinaria por el 45 aniversario de su coronación.
Se ponía en la calle a las nueve de la noche, ataviada con su manto rojo del Ayuntamiento y bajo su tradicional paso de tumbilla que, en esta ocasión, estuvo iluminado con los nuevos candelabros de Santa Ana, que la hermandad de la Patrona cedió para esta salida, al igual que su cera. Con un elegante exorno floral de rosas blancas, la Virgen lucía sobre el cojín de su sillón dos nuevos broches, regalos de la Hermandad del Rocío y de la Agrupación Musical de Valme, que abrió la comitiva de la procesión.
Una procesión que pasará a la historia por la amplia participación de fieles y devotos de la Virgen, así como por el recibimiento que las hermandades de Santo Entierro, Rocío, Oración y Estrella le dieron a su paso. Además de la implicación de otras cofradías, como la de La Cena, que instaló un altar en la calle Botica, o la de Cautivo, cuya juventud engalanó la calle Lope de Vega.
Autoridades civiles y religiosas acompañaron a la Virgen de Valme en las primeras calles de su recorrido, hasta la calle Alcoba, donde finalizó la procesión oficial, dando paso a la popular, que se sucedió hasta pasadas las tres de la madrugada, cuando la Virgen de Valme hizo su entrada en la parroquia.
Durante todo el tiempo que estuvo en la calle, la devoción popular no tuvo límites y así se demostró en los sentidos cantes, plegarias y petaladas que honraron a la Virgen de Valme, contribuyendo generosamente al mayor realce de la procesión.
Habrá que esperar al año 2029, cuando el día 23 de junio coincida en sábado, para que la historia se repita.