Se presentaba como una jornada especial en el seno de la Agrupación de la Misericordia y en la feligresía del Amparo. Por primera vez en Viernes de Dolores procesionaba por su barrio la Virgen de las Angustias.
Las malas previsiones meteorológicas de una desapacible tarde de viernes hizo que la agrupación, tras retrasar en una hora su salida, decidiera suspenderla finalmente. La talla salió a la calle en la mañana del sábado para su traslado de vuelta a la Parroquia del Amparo donde recibe culto.
Un panorama muy diferente al que se vivió el Sábado de Pasión, una jornada de tregua en la que, a pesar del viento desapacible, las lluvias no hicieron acto de presencia.
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La meteorología permitió, en este caso, que Montequinto viviera uno de esos días para el recuerdo. Su Virgen del Pilar, de la Agrupación de la Humildad, salía a la calle por segunda vez en la Cuaresma, pero lo hacía desde la parroquia quinteña y cubierta por un paso de palio burdeos, el primero que procesionaba por esta barriada nazarena.
Casi al unísono, se ponía en la calle, un Sábado de Pasión más, el Misterio de las Tres Caídas, en esa larga espera para su incorporación a la nómina de hermandades de Semana Santa, la tarde del Miércoles Santo.
Una estampa ya clásica en estas vísperas, que vivió uno de sus momentos más vistosos, cuando atravesó la frondosidad de la Alquería del Pilar camino de Las Infantas.