El pasado mes de febrero falleció la histórica luchadora por las libertades durante el franquismo, Josefina Samper Rojas, que fue compañera de Marcelino Camacho, primer Secretario General de CCOO.
Josefina, nació en la Alpujarra almeriense hace 90 años, en concreto en Fondón, un 8 de mayo de 1927. Hija de minero y de inmigrante alpujarreña.
Con 4 años se traslada, junto a su familia a Orán. Allí cuida de su hermana mientras su madre trabajaba lavando ropa por las casas. Con 12 años, se afilia a las Juventudes Socialistas Unificadas, trabajando ya de pantalonera por esas fechas. Con 14 años se afilió al Partido Comunista de España.
Junto a otras militantes del PCE, Josefina repartía el periódico España Popular, periódico de Izquierdas, en castellano, que se repartía entre los refugiados republicanos en el extranjero. Para salvaguardar a sus compañeras, enseñó a los niños del barrio a tocar un tambor de latón si venía la policía, así les daría tiempo a esconder a los republicanos.
Para sacar adelante a su familia y a otras de refugiados, Josefina constituyó una cooperativa donde se confeccionaban zapatillas de rafia.
Desde Orán fue una ardua luchadora contra el franquismo y formó parte del grupo de mujeres que constituyeron un grupo de apoyo a los inmigrantes y refugiados políticos españoles. En una de las actividades de este colectivo, Josefina conoció a Marcelino Camacho, con quien se casaría y quien se convertiría en compañero de vida para siempre.
Tras el indulto de Marcelino, al volver a España, a instancia de Josefina y su permanente sentido práctico, deciden irse a vivir a un piso del Barrio de Carabanchel madrileño, dado que ella estaba segura de las continuas idas y venidas de Marcelino en la cárcel, situada en el mismo barrio y por ende la necesidad de estar situada cerca de la prisión para poder visitar a Marcelino, y al resto de represaliados del Franquismo, permanentemente. Famosos eran, los guisos de Josefina, en el pabellón de presos políticos de Carabanchel.
Creó el Movimiento Democrático de Mujeres, junto con otras mujeres, germen del actual movimiento feminista en nuestro país.
En el barrio, era famosa, junto con Marcelino, por tener siempre su piso de par en par, para recibir visitas, tomar café u organizar burlas para evitar que la permanente vigilancia, que la policía del régimen mantenía sobre ellos, no les impidieran asistir a reuniones. En una de estas reuniones, detuvieron a los sindicalistas del proceso 1001, en los últimos años del Franquismo.
En 2016, Josefina Samper recibió la medalla de Andalucía.
La relación de Josefina y Marcelino con Dos Hermanas siempre ha sido muy especial, ha sido una de las ciudades que más visitaban, fuera de Madrid, desde los primeros actos de la democracia, sus mítines como diputado, o los actos sindicales, con yeseros y metalúrgicos nazarenos han sido una constante. La última vez que Josefina visita nuestra ciudad, fue en 2008, durmiendo, como era habitual en casa de unos compañeros de Montequinto.
En la actualidad, al calor del centenario del nacimiento de su compañero Marcelino Camacho, CCOO de Dos Hermanas, expone una serie de retrospectivas de la vida de Josefina Samper y Marcelino Camacho.
Desde CCOO de Dos Hermanas nunca olvidaremos sus abrazos, sus permanentes palabras de cariño, de recuerdo y su apretón con las dos manos que trasmitía la ternura de una vida en lucha. Que la tierra le sea leve.