Para ti, que jamás se borrará tu huella de la tierra. Para ti, que fuiste y serás el amor más importante que he tenido en mi vida.
Tú, que me enseñaste a ser como soy, una persona fuerte y luchadora, a mirar la vida con una sonrisa y siempre para adelante con la cabeza bien alta, a atravesar los obstáculos y a luchar por los sueños.
A ti, mi ángel, gracias por todo, por ser mi padre, mi amigo y confidente que con solo mirarnos ya sabíamos lo que pensábamos, nos bastaba solo una mirada, un gesto para hacernos cómplices de todo. Eras mi otra mitad, dos personas tan iguales, siempre unidas para lo bueno pero también para lo malo. Cuántas vivencias, cuántos llantos y risas… Una unión que jamás olvidaré.
A ti, mi ángel, que te fuiste para no volver, en el momento menos esperado…decirte que espero que estés bien, que ese dolor haya desaparecido y que esa paz que tanto te merecías esté ahora contigo.
Cuánto vacío me has dejado con tu partida y cuánto amor aún por darte y cuánto te llevaste. Que volvería a hacer todo lo que hice y que volvería a estar a tu lado en cada momento que lo necesitaras, para cuidarte y mimarte. A tu lado fui la persona más feliz de la tierra, que aunque estuvieras mal y tus dolores no te daban tregua, cumpliste mi deseo, el ser padrino de mi niña y allí aguantaste como todo un campeón.
Aquí ya nada es igual desde que te marchaste, los días son distintos, las horas eternas y nuestros corazones… nuestros corazones están vacíos. Mamá te llora cada día, nosotros te extrañamos cada vez más y tus nietos que tanta vida te daban aún buscan entender por qué su abuelo ya no está y es que nos dejaste muy pronto, sin esperarlo, sin saber porqué.
Hoy quiero decirte que nos volveremos a ver, que esto no acaba aquí y que hasta que ese día llegue te seguiré queriendo todos los días de mi vida.
Como un padre ejemplar que eras, hoy también te mereces que te diga: Feliz Día del Padre