Cada año, la romería que el pueblo de Dos-Hermanas dedica a su Celestial Protectora queda en el recuerdo colectivo por algo especial, por algún hecho o acontecimiento que la hace distinta, diferente, única. De esta manera, la de 1944, por ejemplo, podría ser conocida o recordada como la Romería del No-Do, porque en ese año la cámara del conocido noticiario nacional puso su objetivo en esta celebración nazarena y la dio a conocer al resto del país.
El No-Do rodó un pequeño reportaje que apenas duró 1:15 minutos y llevaba el genérico título de ‘Costumbres populares y religiosas’. Fue emitido por vez primera en los cines de toda España el 6 de noviembre de 1944 y comenzaba con las siguientes palabras: “En Sevilla se celebra la tradicional y hermosa romería de Nuestra Señora de Valme. Desde el pueblo de Dos-Hermanas, los romeros se trasladan al histórico cortijo de Cuartos, lugar en que según la tradición el rey San Fernando invocó a la Virgen cuando más difícil era la conquista de la ciudad. A la romería concurren carretas engalanadas de Dos-Hermanas y de los pueblos próximos que acompañan a la Imagen hasta la vieja ermita. Preside la ceremonia la Hermandad con sus insignias”.
A lo largo del reportaje, además de las típicas carretas (entre ellas la de la Virgen), aparecen el aspecto que presentaba entonces la antigua carretera de Sevilla a Dos-Hermanas, decorada a ambos lados con banderas nacionales, una vista general de la ermita (igualmente engalanada) y sus alrededores, y, finalmente, varios grupos de romeras bailando sevillanas. Vamos, lo más llamativo de la romería…
Según cuenta la crónica del periódico ABC de Sevilla, publicada el martes 24 de octubre de 1944, “El domingo, como estaba anunciado, se celebró la tradicional y hermosa romería de Nuestra Señora de Valme al histórico cortijo de Cuartos – hoy Granja Escuela de Agricultura – en donde se encuentra instalada la ermita. El día espléndido hizo honor a la fiesta, preparándose desde muy temprano los romeros en el inmediato pueblo de Dos-Hermanas para acompañar a la Virgen al santuario.
Una parada en el camino La romería también dejaba tiempo para hacer un alto en el camino antes de seguir hasta la histórica ermita de Cuartos. Tiempo que se aprovechaba, entre otras cosas, para posar para la posteridad, para conseguir un recuerdo de aquella celebración tan especial.
La clásica diana tocada por una banda de música recorrió las calles del pueblo, y a las ocho de la mañana se organizó la romería en la plaza del Ayuntamiento, ante la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. La Virgen, escoltada por los romeros, fue colocada en artística carroza exornada con flores, siguiendo a ésta numerosas carretas y coches ocupados por bellas jóvenes ataviadas con el traje de romeras. A caballo, y delante de la carroza de la Virgen, marchaba la Hermandad con sus insignias, siendo presidida por su hermano mayor [Manuel Andrés Traver] y acompañado de la Junta de gobierno”.
Entre las personalidades que asistieron aquel año a la romería se encontraban el entonces alcalde de la villa Fernando Fernández y la princesa doña Esperanza de Borbón-Dos Sicilias (tía del rey emérito don Juan Carlos), acompañada por su prometido (y después marido) don Pedro Gastón de Orleáns-Braganza, príncipe Imperial del Brasil. Siguiendo la referida crónica, “Abría marcha la escuadra de batidores y banda de cornetas de Caballería y detrás de la carreta la banda de música del pueblo. Rodeando la carroza de la Virgen marchaban muchas señoras a pie que vinieron desde Dos Hermanas hasta la ermita, donde a su llegada se celebró función principal.
Terminada la misa los romeros se distribuyeron por el campo, alrededor de la capilla, formando grupos e iniciando los bailes que duraron hasta entrada la tarde. Cerca del oscurecer se cantó el Rosario y una Salve, emprendiéndose el regreso a Dos Hermanas. A la entrada de Dos Hermanas esperaba a la Virgen el pueblo entero, constituyendo un momento de gran entusiasmo su llegada. Una vez que la Virgen hizo su entrada en el templo, fueron quemados fuegos artificiales, terminando este acto”.
GLORIA Y HONOR
DE DOS-HERMANAS¡Valme!… Plegaria de recuerdos llena.
Que aún susurra del Betis a la orilla:
Sublime invocación y al par sencilla
Que aún, vencedora, en nuestra edad resuena.
Rafael Rodríguez García, presbítero.En definitiva, una romería que fue dada a conocer al resto de los españoles gracias al Noticiario y Documentales Cinematográficos, el popular No-Do.