MARIE CURIE
No es esta la primera vez que el cine se centra en la figura de la científica Marie Curie, la primera mujer en conseguir una cátedra en la Universidad de la Sorbona de París, la primera en conseguir dos premios Nobel, además en dos categorías distintas.
Lo que diferencia a este biopic de otros anteriores es que la parte académica, la versión científica de la investigadora polaca, si bien si se trata, no es lo verdaderamente importante. Aquí, lo fundamental es la vida privada, los continuos ataques que sufrió por parte de una sociedad machista, anclada en el pasado, que la ninguneó a pesar de los Nobel, que la atacó a pesar de sus logros, simplemente por ser mujer.
Poco después de ganar el Nobel junto a su marido, Pierre Curie, este muere atropellado en un accidente. Para escapar del dolor, sola y con dos hijas, Marie se encierra en su trabajo y en sus estudios en un mundo dominado por hombres. Cuando un tiempo después se enamora de Paul Langevin, también científico, separado aunque aún legalmente casado, los celos de la mujer de este harán que lo haga público en la prensa. La sociedad se lanzará a criticar a Marie Curie, difamándola como adultera, haciendo que quedara empañada la consecución de su segundo Nobel.
Polonia-Alemania-Francia, 2016 (100′)
Dirección: Marie Noëlle.
Producción: Marie Noëlle, Mikolaj Pokromski, Ralf Zimmermann.
Guión: Marie Noëlle, Andrea Stoll.
Fotografía: Michal Englert.
Música: Bruno Coulais.
Montaje: Lenka Fillnerova, Hans Horn, Marie Noëlle, Isabelle Rathery.
Intérpretes: Karolina Gruszka (Marie Curie), Arieh Worthalter (Paul Langevin), Charles Berling (Pierre Curie), Izabela Kuna (Bronia), Malik Zidi (André Debierne), André Wilms (Eugène Curie), Daniel Olbrychski (Emile Amagat), Marie Denarnaud (Jeanne Langevin), Samuel Finzi (Gustave Téry), Piotr Glowacki (Albert Einstein).
Y es verdad que las intenciones son buenas, demostrar que Marie Curie era una mujer fuerte, con una talento excepcional, que fue ninguneada, denostada y menospreciada por toda la (casi) sociedad científica de su país, y a pesar de ello consiguió lo que consiguió, simplemente por ser mujer, demostrando la misoginia imperante en una sociedad que todavía no ha logrado vencerla del todo.
Pero, como película, el trabajo de otra Marie, Noëlle, la autora detrás de este proyecto, no alcanza las mismas cotas. La buena interpretación de Karolina Gruszka, la excelente dirección artística (sobre todo en ese magnífico laboratorio) y una acertada banda sonora, no terminan de compensar una dirección que no sabe a dónde va. Noëlle introduce escenas ralentizadas sin sentido, fragmenta la pantalla sin que haya un motivo para ello, y no termina de convencer el tratamiento que da ni a la Curie científica ni a la familiar, llegando en algunos momentos a conclusiones opuestas a las que pretende.