Oportunidad desperdiciada

0

El director del Fondo Monetario Internacional, Daniel Roché, reúne en secreto en un apartado y lujoso hotel de la costa alemana a los ministros de economía del G8. También acuden invitados (sin que se sepa muy bien porqué) un popular músico, una afamada escritora de literatura juvenil y un monje italiano.

Durante la primera noche, Roché hace llamar al monje para que le confiese. A la mañana siguiente, Roché aparece muerto. El monje se convierte en el principal sospechoso, aunque él se niega a romper el secreto de confesión, y su silencio pone en jaque a los economistas presentes, que piensan que Roché le contó los planes secretos que la organización tenía para el futuro.

La película se convierte en un thriller en cuanto aparece el cadáver, y a priori podía ser muy interesante, más allá de la investigación, por los temas económicos, políticos, sociales, que se plantean. Pero Roberto Andò, al que no le son extraños los asuntos políticos, ya que su mejor y más conocida obra (Viva la libertad) ya iba por estos lares, se pierde por acumulación. Quiere hablar de muchas cosas y solo lo hace por encima de todos ellos. Y empieza a meter personajes y más personajes en la trama, que hace imposible (materialmente) que todos ellos tengan importancia, y lo que hace es pintarlos a brochazos.

- Publicidad -

Italia-Francia, 2016 (108′)
Título original: Le confessioni.
Dirección: Roberto Andò.
Producción: Angelo Barbagallo.
Guión: Roberto Andò, Angelo Pasquini.
Fotografía: Maurizio Calvesi.
Música: Nicola Piovani.
Montaje: Clelio Benevento.
Intérpretes: Toni Servillo (Roberto Salus), Daniel Auteuil (Daniel Roché), Pierfrancesco Favino (Ministro italiano), Moritz Bleibtreu (Mark Klein), Connie Nielsen (Claire Seth), Marie-Josée Croze (Ministra canadiense), Lambert Wilson (Kis), Richard Sammel (Ministro alemán), Johan Heldenbergh (Michael Wintzl), Togo Igawa (Ministro japonés), Aleksey Guskov (Ministro ruso), Stéphane Freiss (Ministro francés), John Keogh (Ministro americano), Andy de la Tour (Ministro británico), Giulia Andò (Caterina).

El principal problema de Las confesiones, sin embargo, es que ni siquiera Andò parece saber lo que quiere contar ni cómo. Mezcla de comedia, thriller, reflexión filosófica, drama social… a veces (en muchos momentos, a decir verdad) tiene ínfulas de querer ser demasiado profunda, incluso visualmente parece querer ser mucho más de lo que es. Y ello termina por arruinar una película que podía haber sido interesante, que podía haber lanzado un mensaje que calase y ser una especie de referente (aunque el tema de que los poderes manipulan en su propio beneficio es algo que ya tenemos más que asimilado casi todos).

Bien interpretada por los siempre solventes Toni Servillo y Daniel Auteil, y con una factura impecable, la película es una oportunidad perdida que pasará desapercibida por su preciosismo vacío, por sus ínfulas que no van a ningún lado ni acaban llegando a ningún sitio.

Película Las confesiones

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!