En el nomenclátor de la ciudad existen numerosas referencias a la Guerra del Rif o de África (enfrentamiento armado que se desarrolló en la zona norte de Marruecos entre 1909 y 1927) que hoy, dada la lejanía de los acontecimientos, pasan totalmente desapercibidas para los nazarenos. ¿Qué calles nos recuerdan aquella guerra que costó la vida a varios hijos de esta ciudad?
Una de ellas es la calle del Cabo Noval, situada en lo que a principios del siglo XX se llamó ‘barrio del Cerrillo del Huerto’. Se trata de la primera vía que se dedicó en Dos-Hermanas a un soldado caído en la Guerra de África: el soldado asturiano Luis Noval Ferrao, más conocido como cabo Noval, fallecido en aquel conflicto en septiembre de 1909. Su figura fue convertida en símbolo del patriotismo español, y a lo largo y ancho del país se constituyeron comités espontáneos, en mayor o menor medida, para rendirle homenajes. Aquí en Dos-Hermanas, y a iniciativa del que era alcalde, Federico Caro Lázaro, se decidió poner este nombre en enero de 1910 al denominado en ese momento callejón del Cerrillo del Huerto. Y en esa misma fecha tuvo lugar el acto de inauguración del rótulo de la nueva calle Cabo Noval, que fue tan emotiva y patriótica que la prensa sevillana se hizo eco de él.
En el viejo barrio de San Sebastián encontramos tres calles con nombre de soldados nazarenos caídos en la Guerra del Rif. Son Fornet Domínguez, Sánchez Chacón y, por último, Mena Martínez, y rinden homenaje a los soldados hijos de esta villa Francisco Fornet Domínguez, caído en la zona de Melilla en 1912; Antonio Sánchez Chacón, fallecido en 1914 en las cercanías de Tánger; y José Mena Martínez, muerto en el frente en 1912. En la sesión celebrada por los capitulares nazarenos el día 19 de noviembre de 1920, y a propuesta del concejal Antonio León Reyes, como presidente de la comisión de Policía Urbana, los concejales acordaron por unanimidad bautizar con esos nombres a tres calles del barrio de San Sebastián sin denominación. Según palabras del mismo León Reyes, “la única recompensa que pueden esperar los soldados que mueren en campaña defendiendo la Patria es un recuerdo de sus conciudadanos”. Asimismo, se decidió adquirir “los expresados nombres consignados en placas de chapas con porcelana, azulejos ó lápidas de mármol y se manden colocar en las referidas calles”. En este punto una pregunta nos asalta. ¿Por qué tanta tardanza a la hora de homenajear a estos soldados nazarenos? Los tres murieron en 1912 y 1914 y la rotulación de las calles se produjo en 1920. La clave estaría en el recrudecimiento de la guerra en ese último año (uno más tarde tuvo lugar el llamado Desastre de Annual), por lo que había que enarbolar la bandera del patriotismo y honrar a los caídos por el país.
Las tres calles continuaron con su denominación originaria a pesar de los continuos vaivenes políticos (República-Dictadura-Monarquía). Sin embargo, otras calles que hacían referencia, más o menos directa, a la Guerra de África no tuvieron la misma suerte.
Tal fue lo que le ocurrió a la calle Vargas Campos. En la sesión de 2 de febrero de 1910 se acordó rotular con el nombre de Vargas Campos a una calle que partía de Conde de Ybarra y llegaba a la calle San Sebastián (¿acaso la actual calle Pereda?). Rafael Vargas Campos fue un soldado sevillano perteneciente al Cuarto Escuadrón del Regimiento de Cazadores de Alfonso XII que combatió en este conflicto bélico, falleciendo en la carga de Taxdirt en septiembre de 1910. En Sevilla, aún existe una calle dedicada a este soldado.
Igual suerte corrió la calle Primo de Rivera, que hace referencia a Miguel Primo de Rivera Presidente del Consejo de Ministros (o más bien dictador) entre 1923 y 1930, y que había participado de manera directa en la Guerra de África, comandando las fuerzas españolas en el llamado Desembarco de Alhucemas en 1925. Esta calle es la actual Cristo de la Vera-Cruz.
La actual calle Miguel de Unamuno se denominaba hasta 1979 calle Martínez Anido, en honor de este general español, que también participó en la campaña africana antes de ser nombrado Gobernador Militar de Barcelona y Ministro de la Gobernación.